Semana Santa: La Judea, un ritual entre lo sagrado y lo pagano, Jiménez del Teúl

“La Judea” que se realiza cada Semana Santa en el municipio. | Foto: Adolfo Vladimir
“La Judea” que se realiza cada Semana Santa en el municipio. | Foto: Adolfo Vladimir

Mantienen viva la tradición de representar de manera teatral-ancestral La Pasión de Cristo.

JIMÉNEZ DEL TEÚL.- La enigmática y colorida tradición de “La Judea” que se realiza cada Semana Santa en el municipio, reunió este año a cerca de 150 participantes, quienes mantienen viva la tradición de representar de manera teatral-ancestral La Pasión de Cristo.

A 300 kilómetros de la capital de Zacatecas cientos de participantes llevan a cabo esta tradición que data del año 1591 y que a la fecha se mantiene prácticamente sin cambios.

 

Uno de los pasajes más significativos del catolicismo, se entrelaza con las tradiciones de los pueblos originarios de la región de lo que hoy es Zacatecas, Durango, Nayarit y Jalisco; muestra la interpretación que estos pueblos tuvieron del acto litúrgico al momento de la conquista espiritual.

El Viernes Santo es el día más representativo. Los participantes, desde temprana hora iniciaron con la persecución de los “barrabases”, personajes que representan a Dimas, Gestas y Barrabás, los ladrones que fueron crucificados junto a Jesús. Durante todo el tiempo la procesión es acompañada por los sonidos característico de una tambora y un cuerno.

Todo el pueblo se reúne para caminar detrás de los participantes una vez más desde la capilla de la Guadalupana hasta el templo principal; en el trayecto se van deteniendo en los altares colocados afuera de casas para rememorar la Pasión de Cristo.

Se presentan personajes relacionados con el sufrimiento de Jesucristo, como las mujeres piadosas, las verónicas, los jueces, las muertes o los centuriones, cada uno con un atuendo y características distintivas, que van recreando, en silencio, solo con la compañía del tambor y el sonido del cuerno.

La celebración termina con la crucifixión de Jesús, una imagen que es cargada por pobladores y su sepultura.

Esta tradición de uno de los pueblos más alejados de la capital es promovida y organizada por un comité organizativo de la comunidad, pero el profe Ponciano Guevara, quien además es el cronista, es quien mantiene el impulso para seguir manteniendo esta original e histórica tradición.