Protege tu dinero y disipa el mal temperamento con estos rituales de Dumbar El Curandero

En la vida, no hay que tener mucho para ser rico, basta con necesitar menos

¿Te ha pasado que tienes que lidiar con personas con mal temperamento? No es sencillo tener que soportar estas actitudes, pero a veces hay que hacerlo, para esos casos te dejo uno de mis mejores hechizos para ayudarte con esas personas difíciles. Además, te doy otro ritual para que puedas proteger tu dinero y te rinda más.

Para disipar el mal temperamento

Si alguien en tu familia tiene cierta tendencia a enfadarse por cualquier cosa y se muestra poco tolerante con otro miembro de la familia, como puede ser el caso de un padre intransigente con la forma de vida de su hijo.

Puedes disipar estos ataques de rabia si en un trozo de papel blanco escribes el nombre completo y foto de ese familiar con mal temperamento y lo guardas en una bolsa de tela de color azul junto con un diente de ajo, una rama de canela y unos granos de café.

Deberás esconder la bolsa en el lugar donde acostumbré a enfadarse con más facilidad hasta lograr el objetivo
Una vez ya logrado el objetivo da gracias y entierra la bolsita en un árbol frondoso.

Para proteger tu dinero

Si sientes cada vez te alcanza menos, porque se acaba muy rápido el dinero, te regalo uno de mis mejores rituales para atraer dinero y proteger el que ya tienes, para ello necesitarás:

  • Un frasco de vidrio pequeño con tapa.
  • Un listón rojo
  • Miel de abeja
  • Tres monedas doradas
  • Un raja de canela
  • Tres granos de café

El mejor día para preparar este frasquito es un martes, durante el cual debes introducir en el frasco las monedas, la raja de canela y los granos de café.

Luego llena el frasco con la miel de abeja y ciérralo con la tapa. Ata el listón alrededor del frasco haciendo tres nudos y mientras lo haces repites el siguiente conjuro en voz alta:

“Yo amarro para mí la suerte, la prosperidad, la abundancia y la riqueza de ahora y para siempre, así es, así será, hecho está.”

Lo guardas en un lugar seguro donde nadie lo toque y si sientes que ya no lo necesitas o quieres hacer uno nuevo simplemente entiérralo al pie de un árbol o en una maceta.




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