Una bebé de 18 meses de edad, pierde la vida, su madre la abandonó

Foto: Pixabay.
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Diana murió ante la falta de alimento y agua. Estuvo sola durante seis días.

ITALIA.- Una bebé de 18 meses de edad, perdió la vida al ser abandonada por su madre, quien se fue de viaje con su novio.

Esto sucedió en Milán, ciudad al norte de Italia, Diana, la bebé, vivía con su mamá, Alessia Pifferi, de 37 años.

Alessia se citó con su novio, Mario Angelo D’Ambrosio de 58 años, en un pueblo de la localidad de Bérgamo, le dijo que no llevaría a Diana, que la cuidaría su hermana.

Viajaron para realizar unos trámites, según Alessia, pero su estancia se prolongó por seis días. La bebé estuvo sola con un biberón y pañales.

Cuando Alessia y Mario regresaron al apartamento de la mujer, en Via Parea en la zona de Ponte Lambro en Milán, vieron a Diana sin vida.

Sin dar detalles si hubo alguna denuncia, Alessia fue arrestada por la muerte de su hija de 18 meses.

Frecuentemente Alessia dejaba sola a Diana

Alessia no mostró arrepentimiento y admitió sin ningún problema que dejó abandonada a su hija. La mamá fue declarada culpable por el delito de homicidio voluntario agravado con premeditación.

Según su declaración, esa no era la primera vez que Alessia dejaba abandonada a Diana, ya que sus ausencias eran recurrentes, y no temía que algo malo le sucediera.

“Cuando me fui no estaba tranquila. Sabía que estaba haciendo algo que no debería haber hecho, que podía pasar cualquier cosa. Incluso lo que sucedió después”.

En el reporte de la policía se especifica, que Alessia se fue de viaje el pasado 15 de julio dejando sola a una bebé de 18 meses de edad.

La pequeña estaba sobre un catre de camping, al lado de ella había una botella de alcohol y otro frasco con pastillas de benzodiacepinas; medicamentos psicotrópicos con efectos sedantes e hipnóticos.

Los vecinos de Diana colocaron cartelones y globos blancos en el complejo de departamentos donde vivía la mujer. Escribieron mensajes de despedida: “Chao, angelito”.

Una de sus vecinas, contó que casi no conocían a la mujer y a su bebé, de vez en cuando las veían. “Era muy reservada… nunca jugó con ella”.

“No era una niña vivaz: siempre fue muy callada. Se la podía ver de vez en cuando en el cochecito, por ahí junto a su madre, pero siempre tranquila, costaba hasta hacerla sonreír”, aseguró la vecina.

Diana murió ante la falta de alimento y agua.