Soy libre o esclavo

El apego a las cosas hace que te vuelvas un esclavo.
El apego a las cosas hace que te vuelvas un esclavo.

El apego a las cosas o a personas nos vuelve esclavos y no solo eso, también nos roba la libertad.

Hoy en día se habla mucho de la libertad, se habla mucho de que soy libre, es decir, de que yo puedo hacer lo que yo quiera como quiera y a la hora que quiera, y creo que hemos tergiversado el significado de la libertad. La libertad no se ejerce en hacer lo que yo quiera, la verdadera libertad es el no estar atado a nada; y en la vida actual tanto los adultos como los jóvenes, e incluso los niños vivimos atados a todo. Estoy atado a mis caprichos, a mis gustos, estoy atado a mis vicios, no puedo dejar de comer,  de fumar, no puedo dejar de tomar, no puedo dejar de drogarme, de tomar antidepresivos, medicinas, de viajar,  de comprar y siempre pongo como pretexto que soy libre.

Hay que reflexionar y ver que esto no es ser libre, si fuéramos libres podríamos dejar todo eso, y no, vivimos atados a eso, vivimos esclavos a eso; lo malo  es que no podemos prescindir de estas ataduras porque entonces el mundo se nos viene abajo, sabemos y conocemos a personas que  viven esclavos del alcohol y vemos que es una esclavitud tremenda en donde se llega  a perder todo desde el trabajo, familia, matrimonio, y todo por estar esclavizado a una sustancia que es el alcohol, y además es una esclavitud tan  degradante que muchas veces de allí se pasa muy fácilmente a otros vicios. Sabemos también de otros que viven atados a las personas por el amor o por el odio, si alguien le hace un favor vive atado por el agradecimiento, si alguien le hace un daño vive atado por el odio, por el rencor, por la sed de venganza; en fin todos vivimos atados a miedos, a trabajos y eso no es ser libre.

A lo largo de mi experiencia les puedo afirmar que la solución es espiritual, es decir vivir en Dios y tener tanta fe como para abandonarme en Dios, y esto si es vivir en libertad, esto es no tener ataduras a lo que se acaba, a lo finito, viviendo siempre con responsabilidad y con la conciencia de que estamos de paso y que hay una eternidad. Es muy triste para muchas personas, que en realidad son esclavas, pensar que su momento primero es cuando nace y que su final es un hoyo en la tierra; mientras que es muy reconfortante para el que es libre y tiene fe saber que el final del alma es eterno e infinito.




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Isabel Orendain

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