Llegan a Berlín obras de artistas judíos en el Holocausto 

BERLÍN.- Nelly Toll tenía ocho años cuando ella y su madre se escondieron en Polonia en 1943 para escapar de los campos de exterminio nazis. La niña judía pasó largas horas en su pequeño escondite en la casa de una familia cristiana escribiendo cuentos, actualizando un diario y creando pinturas maravillosas de un mundo perdido. … Leer más

BERLÍN.- Nelly Toll tenía ocho años cuando ella y su madre se escondieron en Polonia en 1943 para escapar de los campos de exterminio nazis. La niña judía pasó largas horas en su pequeño escondite en la casa de una familia cristiana escribiendo cuentos, actualizando un diario y creando pinturas maravillosas de un mundo perdido.

Hoy, su arte se exhibe en el centro de Berlín como parte de una exposición especial de arte del Holocausto inaugurada el lunes en el Museo Histórico Alemán.

“Espero que generaciones venideras vean esto y sepan las atrocidades que me llevaron a hacer esto”, Toll dijo a The Associated Press durante la inauguración.

Sus pinturas están entre las 100 obras expuestas creadas por artistas judíos durante el Holocausto. Es la primera vez que la colección del museo conmemorativo Yad Vashem en Jerusalén se exhibe fuera de Israel.

La muestra incluye obras de artistas judíos escondidos, en campos de concentración y de trabajo forzado y en guetos. De los 50 artistas incluidos, 24 fueron asesinados por los nazis. Junto a los nombres de artistas mayormente desconocidos están los de otros aclamados, como Felix Nussbaum y Ludwig Meidner.

Toll es la única artista representada en la exhibición que queda viva. Una de sus pinturas, “Chicas en el campo”, muestra a dos niñas con vestidos de lunares azules, rojos y amarillos caminando bajo el sol por un terreno pastoso confinado por árboles frondosos.

“Hice 60 pinturas mientras estuve escondida y todas expresan alegría”, dijo Toll, quien perdió a su padre y a su hermano en el Holocausto. Después de la guerra, emigró a Estados Unidos con su madre.

Como muchos judíos que crearon arte mientras estaban rodeados por la muerte, el miedo y el sufrimiento, la pintura era para Toll una manera de liberarse y escapar de la dura realidad del Holocausto a lugares imaginarios de belleza y felicidad.

“Podía hablar por horas con los personajes en mis pinturas”, recordó Toll.

Pero no todas las obras muestran un escape a un sitio feliz. Algunas obras estremecen con sus representaciones de la vida en el gueto, la discriminación diaria y el miedo a morir a manos de los nazis.

La obra en lápiz de Halina Olomucki “Tras la esquilada de las barbas”, de 1939, muestra a dos hombres ortodoxos con las caras vendadas luego que sus barbas fueron desgarradas o quemadas por alemanes en el gueto de Varsovia.

“Transporte de Viena” de Leo Haas muestra la llegada de un tren lleno de judíos ancianos al gueto de Theresienstadt en 1942. La pintura monocromática, realizada con tinta china, muestra a personas con caras como calaveras vacías bajando de vagones para reses, muchos tirados sin vida en el suelo mientras un soldado sigue jalando más gente del tren.

El curador de la muestra, Eliad Moreh-Rosenberg de Yad Vashem, calificó la creación de arte durante el Holocausto como un “acto intransigente de resistencia” por parte de artistas en peligro de muerte.
Era muy difícil para los artistas conseguir materiales para pintar, pero pese a eso y a sus abominables condiciones de vida lograron retratar la vida durante la Shoah, luchando contra la deshumanización de los nazis y dejando sus testimonios, dijo Moreh-Rosenberg.

Entre las obras más conmovedoras está una postal pintada en 1941 por Karl Robert Bodek y Kurt Conrad Loew mientras estaban en el campo de Gurs en el suroeste de Francia, que estaba entonces bajo el régimen Vichy que colaboró con los nazis.

Titulada “Una primavera”, la acuarela muestra una brillante mariposa amarilla posada sobre un alambre de púas negro, libre de volar adonde desease mientras los dos artistas estaban confinados a las oscuras barracas del campamento representado en la parte inferior de su obra.

Bodek fue asesinado un año después en Auschwitz-Birkenau. Loew sobrevivió y murió en su Viena natal en 1980.

La canciller Angela Merkel, quien iba a inaugurar la exposición oficialmente el lunes por la noche, dijo en su podcast semanal difundido el fin de semana que exhibiciones como esta siguen siendo fundamentales para educar a los jóvenes alemanes sobre el Holocausto.

“Nos recuerda que tenemos una responsabilidad imperecedera por lo que se ha hecho en el pasado”, expresó Merkel. “Creo que es muy, muy importante que cada generación se familiarice de nuevo con la historia de Alemania”.

Merkel citó específicamente los temores expresados por líderes judíos alemanes sobre un posible incremento del antisemitismo con el arribo de casi 1,1 millones de migrantes el año pasado.

“Tenemos que lidiar con esto, en especial entre los jóvenes cuyas familias provienen de países donde el odio hacia Israel y el odio hacia los judíos es generalizado”, advirtió Merkel.
La exhibición estará abierta hasta el 3 de abril.

Imagen Zacatecas – AP