¿Se rasgaron las vestiduras? Vaya a “La puntada” de Verónica

Si necesita arreglar bastillas, unos parches o confeccionar trajes busque a doña Vero. Fotos: Carlos Montoya.
Si necesita arreglar bastillas, unos parches o confeccionar trajes busque a doña Vero. Fotos: Carlos Montoya.

Lleve con Verónica sus ropas rasgadas o sus encargos de cubrebocas que ahí ella se los hace.

GUADALUPE.- Conozca ahora a doña Verónica la costurera, una mujer muy trabajadora que sale adelante día a día a pesar del Covid. Lleve con ella sus ropas rasgadas o sus encargos de cubrebocas que ahí ella se los hace.

Ella es Verónica Haro Ponce de 48 años. Según nos cuenta, ella se inscribió en el Cecati donde estudió Corte y Confección. Gracias a este bello oficio, ella ha salido adelante y les ha dado estudios a sus tres hijos.

Empezó a trabajar con una máquina chiquita que compró con sus ahorros,

Fue hace unos 25 años que hizo esa carrera técnica y, recién la terminó, ella puso un anuncio afuera de su casa ofreciendo servicios de costura rápida. Entonces, sus vecinos y conocidos no tardaron ser sus clientes.

Para ese entonces, Vero se gastó sus ahorros en una máquina de coser sencillita, con ella hizo sus primeros trabajos como subir bastillas, colocar parches, y confeccionar trajes para niños que salían en bailes escolares.

Ya tiene dos máquinas industriales y le da trabajo a la gente.

Y fue dinero bien invertido, la maquinita le duró 10 años de trabajos. Pero lo mejor estaba por venir.

Verónica tenía ambiciones y se metió a la convocatoria del Servicio Estatal del Empleo y le aprobaron un trabajo

Fue así que esta dependencia del estado, le facilitó dos máquinas de coser industriales con las que puedo hacer crecer su negocio, así de cortito su jale se expandió.

Ayudó y le fue bien

Entre los requisitos del proyecto estaba que doña Vero le diera empleo a dos personas durante varios meses.

Ella así lo hizo y una vez terminó el plazo, le condonaron las máquinas y su negocio se hizo exitoso.

Le fue tan bien a doña Vero que con las ganancias de su negocio pudo hacer su propio taller de costura en la cochera de su casa, donde actualmente trabaja.

Gracias a este oficio mantiene a su familia y les paga los estudios a sus 3 hijos.

Por si a usted se le ofrece algún servicio, ya sabe a dónde ir. Puede lanzarse a la calle Azafrán de la colonia El Salero frente al jardín de niños Roberto Ramos Dávila. Ahí encontrará el tallercito de “La Puntada”.

Doña Vero tiene abierto de lunes a viernes, de 11 de la mañana a 3 de la tarde y de 5 a 9 de la noche. Pero si le cae un sábado, el horario es de 11 de la mañana a las 3 de la tarde.

Ahora con el Covid vende cubrebocas a buen precio.

Está difícil

La costurera nos dice que con la pandemia ya no le ha ido tan bien en el trabajo; aunque como buena trabajadora que es, puso manos a la obra y comenzó a fabricar cubrebocas que los vende a precios accesibles.

“Lo que más me gusta de mi trabajo es hacer uniformes escolares, pero ahorita con lo del Covid no hay mucho de eso.

Estudió en el Cecati Corte y Confección hace 25 años.

“También me encanta hacer trajes que usan las niñas en los bailables del kínder,” comentó doña Vero.

También dijo que la costura es su verdadera pasión y que se dedicará a coser hasta que sus fuerzas se lo permitan, pues tiene muchos clientes y a ellos se debe.

Así que si tiene alguna rasgadura en sus ropas favoritas o cuando regresen las fiestas ocupa un disfraz, ya sabe a dónde ir a que le ayuden.

En la calle Azafrán del Salero encuentra este taller.



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