Para el hambre ingrata, una torta jalpense de la Lonchería

Desde hace 4 años, Marlene se hace cargo del changarro que iniciaron sus padres.Fotos: Rocío Ramírez.
Desde hace 4 años, Marlene se hace cargo del changarro que iniciaron sus padres.Fotos: Rocío Ramírez.

Este local muy casero tiene las puertas abiertas desde hace 35 años, tiempo en el que el Profe Medellín y la maestra Gloria Villalpando (q.e.p.d), fundaron la lonchería.

JALPA. – Las tortas son un alimento muy versátil que sacan de un apuro cuando se lleva prisa; pero, las que te dejarán un buen sabor de boca son las de la Lonchería Mi Casita.

Este local muy casero tiene las puertas abiertas desde hace 35 años, tiempo en el que el Profe Medellín y la maestra Gloria Villalpando (q.e.p.d), fundaron la lonchería.

Aunque, desde hace 2 años, Marlene se hace cargo de Mi Casita, sueño que iniciaron sus padres y que ahora le permite estar al pendiente de sus hijos y del Profe.

Lo que hace maravillosa la visita a la lonchería es su sencillo menú, pues es símbolo de la excelente calidad y hace que sea más fácil elegir para los desidiosos.

Las tortas que desfilan en la carta son las de Lomo, Jamón, Queso y Aguacate; aunque, para los que anden mal de la muela pueden pedirlas como sándwiches.

Somete el lomo a un proceso de cocción muy extricto para que no quede como chicle.

El sabor casero hace la diferencia

La lonchería, ubicada en la calle Juárez de Jalpa, es parte del domicilio de los fundadores de Mi Casita, por ello, el ambiente casero es parte de la experiencia.

En el lugar, Marlene se encargan de quitar el hambre y encantar el paladar de los comensales. Además, de echarle un ojo a su padre, el Profe Medellín, y a sus hijos.

La jalpense está muy agradecida con sus padres, quienes iniciaron el proyecto para sacar adelante a la familia y de pasada se ganaron el corazón de todos los que sacian su hambre en este acogedor espacio.

Por lo anterior, Marlene pone todo el empeño a cada torta, para que el cliente llene la panza y se vaya con el corazón contento y así vuelva pronto.

Somete el lomo a un proceso de cocción muy extricto para que no quede como chicle.

No dejan de lado la calidad

El arte de las tortas de la Lonchería Mi Casita radica en la delicada preparación de cada uno de los elementos que la integran.

La delicia inicia desde la selección del lomo de cerdo, que siempre es comprado fresco, es decir que no ha pasado días y días congelado, después del sacrificio del animal.

Aunque Marlene no quiso dar la receta, porque es un secreto familiar, asegura que uno de los principales elementos para que el lomo quede perfecto es darle tiempo a la cocción.

Es decir, cocinarlo a fuego moderado para que el cocimiento avance lenta y firmemente. Con ello, obtiene una carne que se deshace en la boca y no andar mascando chicle.

Además, la selección de jitomates, cebollas, aguacates y todos los ingredientes implicados en su preparación es un tema fundamental, pues Marlene no escatima en gastos cuando de ofrecer calidad se refiere.

Para preparar las tortas elige un buen trozo de carne que es rebanado y desmenuzado, para luego recalentarlo y darle ese toque crujiente.

Luego viene el bolillo, al que le unta mayonesa, le pone una generosa porción de carne de lomo, un poco de sal, aguacate, cebolla y chiles curtidos.

Pero, ahí no para la cosa, pues pone la torta unos minutitos en una especie de sartén a calentar, una vez lista la envuelve en una servilleta para que el cliente la pueda tomar con facilidad.

Para los que le tienen mello al bolillo, pueden hacer su pedido al estilo sándwich.

No es como antes, pero la actitud es la mejorada

Marlene inicia su venta a las 9:30 de la mañana y concluye a las 4:00 de la tarde, tiempo en el que desfilan las tortas de lomo con aguacate que son las favoritas de los jalpenses.

Aunque las tortas de jamón con queso, también son de las más vendidas.

La comerciante reconoce que las cosas no son como eran antes, pues ha aumentado la competencia, pues antes vendían canastos y canastos de bolillo, en las mañanas y tardes.

Pese a ello, siempre se esfuerza por ofrecer lo mejor a sus clientes y mantener con orgullo el negocio que emprendieron sus padres, quienes que le enseñaron el valor del trabajo constante.

Aunque, también le indicaron que el trato cálido hacia la gente es fundamental a la hora de llenar panzas vacías.

Un recuerdo de su madre

Marlene asegura que Mi Casita hace que esté presente el recuerdo de su madre y conservar ese recuerdo vivo, pues la maestra Gloria fue muy querida y conocida por muchos jalpenses.

De esta manera, es un modo de mantener vivo el legado de su madre, quien ya está en el cielo.

Finalmente, Marlene señaló que sobrevivir como negocio durante esta pandemia ha sido complicado.

Lo anterior, debido a que algunos de sus clientes eran los estudiantes de la prepa, que está ubicada apenas unos metros hacia abajo de la lonchería.

Sin embargo, las dificultades no merman las ganas de Marlene para seguir adelante, por lo que invita a todos a darse la oportunidad de comerse una torta deliciosa, en la Lonchería Mi Casita.

Las tortas de lomo son las favoritas de los jalpenses.



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