Martha y su deliciosa manera de ver la vida

Foto: Ángel Martínez.
Foto: Ángel Martínez.

Como no había dinero para mandarlos a la escuela, Juana Ramírez Sandoval le enseñó a su hija, Martha Elena Domínguez, a trabajar como dios manda y pues que mejor con las tradicionales gorditas de horno.

FRESNILLO.-Como no había dinero para mandarlos a la escuela, Juana Ramírez Sandoval le enseñó a su hija, Martha Elena Domínguez, a trabajar como dios manda y pues que mejor con las tradicionales gorditas de horno.

Desde las 4 de la mañana anda en friega pa’ que estén calientitas las gorditas.

Doña Martha platica que cuando tenía 8 años le empezó a ayudar a su madre a hacer este antojito que ningún zacatecano puede dejar de comer, pues en ese tiempo no rendía los centavos y hasta ella tuvo que apoyar.

Sin embargo, la fresnillense se siente muy orgullosa de su familia trabajadora.

“Este oficio fue la herencia de mi madre, ella me dijo que no podía darme nada más que enseñarme el trabajo, que yo le he enseñado a mis hijos y que lleva a cabo mi hija”, añadió doña Martha.

Las más pedidas son las de desebrada.

Para chuparse los dedos

A pesar de que es su propia jefa, doña Martha no deja de levantarse a las 4 de la mañana, hora en el que empieza a coser las gorditas, pan ranchero, cuajadas y otros antojitos que nadie le iguala en sabor.

Reconoció que no es un trabajo sencillo, pues requiere mucho esfuerzo y horas de trabajo duro, ya que ella las hace, mientras su esposo las cose, para luego ponerlas en los canastos y ya están listas para venderlas.

Lo anterior convierte este oficio en algo que une a la familia, pues es una herencia que desde doña Juana ha podido conservar con la receta original, la cual es un secreto bien guardado.

Le ponen empeño a lo que hacen

Doña Martha está todos los días en la Plaza del Mariachi, ubicada a un costado del Mercado Hidalgo.

“Anteriormente estaba instalada en la zona peatonal, teníamos mejor venta que aquí, pero no dejo este oficio que me enseñó mi madre y que me ha dado sustento”, dijo.

Por ello, sigue en la elaboración de las gorditas rellenas de queso con rajas, chicharrón y deshebrada, éstas últimas las más pedidas por sus clientes.

Doña Martha está muy orgullosa de que sus comensales la sigan y la visten tanto de la cabecera municipal como de las comunidades.

Para finalizas, aseguró sentirse contenta de seguir con una herencia familiar y que realizará ” mientras Dios le dé licencia de hacerlo”.

El que le ayuda con el jale es su esposo, quien las cose.



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