Estas gorditas llenan de puro amor a una niña especial

Foto: Carlos Montoya.
Foto: Carlos Montoya.

A pesar de su edad avanzada, eso no limita a doña Marina Montalvo Ortiz y don Felipe Rodríguez Ibarra para vender exquisitas gorditas para sacar adelante a su hija con Síndrome de Down.

GUADALUPE.- A pesar de su edad avanzada, eso no limita a doña Marina Montalvo Ortiz y don Felipe Rodríguez Ibarra para vender exquisitas gorditas para sacar adelante a su hija con Síndrome de Down.

Los dos integrantes del matrimonio tienen 63 años y llegan todos los días hasta la avenida Camino Real, donde estacionan su camioneta con las hieleras cargadas de gorditas.

Foto: Carlos Montoya.

También lo especial de estas delicias es que son las más baratas de la zona metropolitana, pues la pieza la venden en 10 pesos, lo que no limita la calidad de sus productos.

Los originarios de la comunidad de Santa Mónica inician la venta a las 9:00 de la mañana; aunque el proceso de elaboración es más temprano.

Por ejemplo, todos los días comienza el trabajo a las 3:00 de la mañana, pues se encargan de todo, desde preparar el nixtamal, hasta la elaboración de los diferentes guisos.

Foto: Carlos Montoya.

Aunque no puede faltar que hagan sus deliciosas salsas, las que le dan ese sabor picosito tan especial en sus gorditas.

Su hija: su mayor impulso

Doña Marina platicó que hace 3 años llegó a Zacatecas a trabajar como cerillito en el Soriana de carretera a Sauceda, justo a un lado donde se instala para vender sus gorditas.

Mientras trabajaba en ese oficio, su marido estaba en la obra para poder comprar los medicamentos que requiere su hija.

Sin embargo, con lo que ganaban no les alcanzaba y fue así que decidieron emprender en la venta de estos manjares zacatecanos.

Foto: Carlos Montoya.

Ayudan pa’ que les ayuden

Lo que nosotros queremos es que el cliente se sienta con confianza de que le estamos ofreciendo un producto de calidad a bajo costo.

Desde hace 3 años que llegamos aquí a vender gorditas no hemos subido los precios y de esta manera les ayudamos y ellos nos ayudan,” explicó doña Marina.

Dentro de los guisos que ofrece destacan el bistec con papas, las rajas con queso, el chicharrón, las yescas, huevo con chile rojo y frijoles con queso.

Todo lo anterior es preparado con el ingrediente principal que es el amor de madre para que a su hija no le falte nada.

Por ello, su sazón y su precio generalmente se le terminan antes de la 1 de la tarde.

Foto: Carlos Montoya.

Sus hijas más grandes también ayudan con el cuidado de su hermana, quien es muy lista y es quien suele acompañar a don Felipe y doña Marina en la venta de gorditas.

Este matrimonio tuvo en total ocho hijos, quienes recibieron la mejor herencia que unos padres pueden dejarles, que son los valores para ser buenas personas.

Es así como se ganan la vida, siendo la calle su mejor vitrina para vender sus sabrosas gorditas, las que apoyan con la economía familiar por su bajo costo y los clientes se lo reconocen.




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