Mi delito… ser adolescente

Consideramos que una de las problemáticas sociales presentes en la actualidad es el sexo prematuro.

El rango de las edades establecidas para concebir dicho acto es cada vez más bajo.

¿Será mera cuestión de valores? O ¿simplemente el entorno insita a los jóvenes a adelantar etapas de la vida? Los niños de 11 a 14 años son más afectados por la situación; cualquier clases social es vulnerable.

En esta historia, el padre de una niña de 13 años la descubrió a ella y a su novio de 14 manteniendo relaciones sexuales.

Ellos creen tener la conciencia necesaria para tomar decisiones sobre su cuerpo; los padres de la niña pretenden resolver la situación “metiendo al adolescente a la cárcel”.

Quiénes son

Ella es una niña que estudia en secundaria. Es de promedio regular ya que no supera el ocho. Segunda hija de tres hermanos en su familia; su hermano mayor cursa también la secundaria y la menor tercero de primaria.

Sus padres llevan una convivencia regular de matrimonio, sin embargo, la mayor parte del tiempo están separados por motivos laborales. Los hijos de este matrimonio se encuentran solos en su domicilio casi todos los días.

Él es un adolescente que estudia tercer año de secundaria; lleva buen promedio en matemáticas, mas no en conducta ya que sus maestros lo describen como un niño solitario, y en ocasiones, agresivo. Su padre vive en Estados Unidos y solo lo ve dos veces por año.

Su mamá trabaja como secretaria en una dependencia de gobierno. Tiene un hermano mayor de 19 años. Aunque su madre está libre en las tardes, a ella le gusta salir a platicar con las vecinas mientras su hijo termina la tarea o está en internet.

La historia desde la niña

Mi hermano tenía un amigo que llevaba a la casa. Yo así lo conocí; nos gustamos luego luego. A mí me gustaba mucho que mi hermano lo llevara porque nos hicimos novios y así lo podía ver. Casi siempre estamos solos mis hermanos y yo porque mis papás nunca están, siempre trabajan; ellos venden ropa y perfumes. Mis papás no tienen tiempo para nada, dicen que no los moleste porque están ocupados y llegan cansados.

Cuando salen de viaje, nos dejan solos y cuando regresan nos traen muchas cosas. A mí me gustaría que estuvieran más tiempo conmigo. Si le hablo a mi mamá para contarle mis problemas me dice que yo qué problemas puedo tener si tengo todo, que me aguante y que valore lo que hace por mí.

El amigo de mi hermano también se siente muy solo y yo no quiero que lo vayan a meter a la cárcel porque él no hizo nada malo. Yo sí tuve relaciones con él porque yo quería, porque los dos queríamos. Además, los dos nos queremos mucho y ya habíamos platicado de que me iba a ir con él cuando tuviera 16 años.

Yo sí conozco cómo funciona el cuerpo humano y también sé cosas de la sexualidad. Yo sí sabía de la virginidad y yo quise que él se quedara con ella porque para mí es muy especial; también nos cuidamos porque en el seguro dan los preservativos y así yo no iba a quedar embarazada. El día que mi papá nos descubrió no había nadie en la casa.

Él vino a visitarme y estábamos en mi recamara, mi papá se regresó por una chamarra y nos descubrió. Mi papá se puso como un monstruo de enojado, quería matar a mi novio, yo estaba muy asustada. Dijo que lo iba a matar y que lo refundiría en la cárcel porque me había violado. No me violó porque no me obligó.

La mamá de mi novio está muy triste porque no sabe qué hacer, yo sé que no nos pueden casar, pero porque nos quieren separar si los dos somos felices así. Todo el mundo sabe lo que pasó y ahora sí me ponen mucha atención.

¿Por qué me hacen sufrir así? Me llevaron con un doctor a que me estuviera viendo todo a ver si estaba embarazada, luego me hicieron un antidoping para ver si no estaba drogada.

Un día yo escuché a mi papá hablando por teléfono otra mujer que no es mi mamá y le decía cosas muy vulgares y me dio mucho asco. También le dijo que se llevara un pase de coca y a mí me viene a hacer un antidoping.

La voz del jovencito

Yo no la violé porque la violación es un delito y yo no hice nada malo, porque yo la quiero mucho. Los dos platicamos y ya habíamos prometido que cuando ella tuviera 16 nos casaríamos, pero que mientras lo íbamos a hacer a escondidas y que nos íbamos a cuidar para no tener bebés.

Yo sí la iba a poder mantener, porque nos casaríamos y luego me la iba a llevar a Estados Unidos con mi papá. Yo sí puedo pasar al otro lado porque nací allá. Estamos enamorados y yo voy a luchar por ella, y si me meten a la cárcel, ni modo; cuando salga me la voy a llevar de aquí porque sus papás la odian.

Le pegan, la tratan muy mal y luego van y le compran muchas cosas para que ella crea que sí la quieren. Yo le dije que ya no las acepte. Le dan puras cosas de muchachas; la mamá le compra hasta zapatillas de tacón y le trae vestidos escotados y cortos. Su papá dijo que me iba a matar si me volvía a ver cerca de su princesa, pero ni la quiere; él anda con otra señora.

Ausencia de los padres

Es una situación muy compleja, donde la falta de comunicación y la indolencia de los padres orillan a sus hijos a buscar el cariño de una manera que no es la correcta. Se podría acreditar el delito ya que se supone que a esa edad la niña aún no tiene plena conciencia sobre sus actos, y mucho menos sobre su sexualidad, pero en esta situación, ¿quién es realmente el que está cometiendo un delito?

Ser padre es algo sustancialmente complicado, más aún cuando los padres no son capaces de resolver sus problemas internos. ¿Cómo será que puedan dirigir la vida de unos niños y darles toda la protección y orientación que necesitan para no sucumbir?

Adolescencia

Los problemas a los que se enfrentan los adolescentes abarcan los de índole emocional, pues se considera que cuatro de cada 10 jóvenes llegan a sentir en algún momento tristeza, al punto de querer alejarse de todo y de todos; esto se puede considerarse como una leve depresión. En algunos de los casos llega a agravarse, por lo que pueden aparecer fobias, ataques de pánico e incluso derivar en conductas suicidas.

Estudios recientes demostraron que los problemas emocionales del adolescente no suelen ser reconocidos por sus familiares o amigos.

Otros de los conflictos a los que se enfrentan son los relacionados con los cambios físicos, los cuales son preocupantes para ellos. En el otro extremo, las preocupaciones se presentan en forma de presunción excesiva sobre su capacidad sexual y sobre sus experiencias.

En México actualmente los jóvenes tienen su primera experiencia sexual entre los 11 y 14 años.

El sexo prematuro, además de comprometer seriamente la salud de los jóvenes, provoca embarazos no deseados, problemas familiares y sociales, proyectos que nunca se cumplen y la deserción escolar. Situaciones que pueden desencadenar problemas psicológicos.