Jesús se gana la vida haciendo artesanías de lámina
FRESNILLO.- La comunidad de San Isidro de Cerro Gordo es una región muy bella y llena de gente muy trabajadora, como el Hernández Medrano que se dedican a la creación de diversas piezas a base de lámina. Las creaciones de la familia de Jesús Hernández Medrano son tan bien hechas y resultan útiles para todos … Leer más
FRESNILLO.- La comunidad de San Isidro de Cerro Gordo es una región muy bella y llena de gente muy trabajadora, como el Hernández Medrano que se dedican a la creación de diversas piezas a base de lámina.
Las creaciones de la familia de Jesús Hernández Medrano son tan bien hechas y resultan útiles para todos los públicos, ya que están elaboradas con aluminio y lámina galvanizada.
Tal como nos cuenta Jesús, él empezó en esto desde muy pequeño, de modo que él aprendió a manipular este material, ya que ha sido una actividad que realiza su familia y que él, ya lleva a en la sangre.
Y es que con el paso el tiempo se convirtió en un oficio tradicional para su familia, y sobre todo, en un estilo de vida.
Es así que Jesús, empieza su trabajo a partir de las 8 de la mañana y hasta las 7 de la tarde acaba su jornada, pues son las horas en las que trabaja diariamente en su taller en la localidad.
Por si gusta ir a la comunidad de San Isidro de Cerro Gordo para conocer el trabajo de Jesús, este taller está ubicado a un costado de la carretera, punto al que llegan los clientes de diversas partes del estado o de fuera de éste.
Es así que, Jesús, encuentra sus ingresos en la venta de sus obras de aluminio; sin embargo, debido a la pandemia, las cosas se les han puesto muy complicadas.
Bajaron sus ventas; pero no el ánimo
Aunque la pandemia del coronavirus ha afectado las ventas hasta un 40%, Jesús realiza a mano diversas piezas, con el fin de que a las personas les atraigan y con ello logre alguna venta.
Entre las muchas cosas que puede conseguir en el taller de Jesús, está los casos, braceros, comales y distintas piezas que él elabora en una amplia gama de tamaños y diseños.
De esta manera él puede ofrecer sus productos en distintos tamaños y de variados precios, por lo que sus clientes pueden hallar algo al tamaño de su bolsillo.
Jesús comenta que gracias a este trabajo se siente muy contento, pues este oficio le ha permitido mantenerse haciendo algo que ama, y reconoció que la labor del campo es de las más difíciles.
Lo anterior, ya que hace algún tiempo se dedicaba a ello, pero actualmente no se obtienen muchos ingresos. Por ello prefirió mantenerse en su taller, donde recibe lo suficiente para vivir y también recibe distintos tipos de clientes.
Los gajes del oficio
Jesús es capaz de hacer una gran variedad de artículos de cocina y cada uno de ellos tiene su dificultad, según comenta, las piezas más complicadas para elaborar son las campanas de cocina.
En principio porque son objetos de gran tamaño y que además requieren de un mayor trabajo y concentración, para que los productos sean bien elaborados y dejen satisfechos a sus clientes.
Para finalizar, Jesús Hernández Medrano platicó que este trabajo se lo está heredando a sus hijos, y que no solo les está enseñando a trabajar el metal, sino que les está mostrando una manera de mantenerse en el futuro.
Y es que según cuenta, sus hijos están muy orgullosos de él y han mostrado interés en aprender lo que hace su padre y, por lo mismo, él les ha enseñado este oficio que tanto ama y tanto le ha dado.