El parque del Caballito de Ortega un lugar para descansar

Este sitio es una experiencia única si se quiere descansar un rato. | Foto: Imagen
Este sitio es una experiencia única si se quiere descansar un rato. | Foto: Imagen

El parque cuenta con amplios jardines llenos de plantas.

ZACATECAS.- Uno de los ‘pulmones’ más importantes del Centro Histórico, es sin lugar a dudas, el parque Enrique Estrada, también conocido como Sierra de Álica, que se caracteriza por su belleza arquitectónica.

En este lugar se levanta en su parte más alta la figura  a caballo del militar y político zacatecano Jesús González Ortega, que antiguamente estaba en la calle Tacuba.

El parque cuenta con amplios jardines llenos de plantas que, durante la primavera, llenan de color cada uno de los pasillos que lo conforman, lo que hace de este sitio una experiencia única si se quiere descansar un rato, relajarse o incluso leer un libro.

Las fuentes donde destacan figuras de ranas también le dan un toque especial al igual que su kiosco donde locales y turistas sacan sus mejores pasos de baile pues es una parada obligada de las tradicionales callejoneadas zacatecanas.

El toque histórico del parque Sierra de Alica, del Caballitos, de las Ranas o Enrique Estrada se lo pone el Acueducto, una obra hidráulica que en su momento fue una de las más importantes de la ciudad, concurrido con piedras de cantera rosa.

Hace unos años, el parque fue remodelado y uno de sus atractivos fue la colocación de las fuentes danzantes que se ubican al centro de este pulmón verde del primer cuadro donde se han organizado conciertos al aire libre, obras de teatro y un lugar que no pasa desapercibido a los ojos de los fotógrafos cuando realizan sus sesiones.

Por otro lado, el parque también cumple los antojos de los visitantes que tienen ganas de una garnacha, para quienes tengan calor hay agua de crema de coco y para los que traigan resaca puede ir a degustar unas tostadas de tropa y cuerito con su salsa bien picosita.

El parque Sierra de Alica, es pues parte de la cotidianidad zacatecana, un lugar para olvidarse un poco del trabajo y para estar unos minutos inmersos en la tranquilidad que ofrece.