Edith sueña con poner su restaurante

GUADALUPE.- Un pequeño puesto de mariscos pero de gran sabor, localizado en la calle La Fe, esquina con calzada Revolución Mexicana, en la colonia Ejidal, es atendido desde hace casi tres años por la joven Edith Elizabeth Ramírez Venegas de 28 años. El negocio se llama Mariscos Tadeo, en honor a su hijo, por quien … Leer más

GUADALUPE.- Un pequeño puesto de mariscos pero de gran sabor, localizado en la calle La Fe, esquina con calzada Revolución Mexicana, en la colonia Ejidal, es atendido desde hace casi tres años por la joven Edith Elizabeth Ramírez Venegas de 28 años.

El negocio se llama Mariscos Tadeo, en honor a su hijo, por quien se motivaron  ella y su esposo Andrés Esquivel Cordero,  para que al pequeño que ya está por cumplir los tres años no le falte nada.

Con un hijo a quien mantener y cuidar, Edith no podía quedarse de brazos cruzados y renunció a su trabajo en un restaurante de mariscos y utilizado sus conocimientos que ahí adquirió durante 15 años, decidió emprender.

Fue así que en una hielera donde depositaba los mariscos frescos, unas mesas, unas sillas y una lona sostenida por dos tubos comenzó su andanza, en parte porque quería estar cerca de Tadeo y en su anterior trabajo no podía, debido al tiempo que se llevaba.

“Iniciamos mi mamá y yo un viernes de Cuaresma en marzo del 2015 ofreciendo cocteles y tostadas”, explicó Edith, quien agregó que, gracias a la constancia ha logrado hacerse de su clientela a quien le gusta atender, con los cuales platica, siendo su mayor satisfacción que se vayan contentos.

Actualmente, el negocio ha ido en crecimiento, pues gracias a la venta de los productos del mar, ha podido hacerse de algunos aditamentos, no obstante, Edith no piensa quedarse en este lugar, sino cree que llegará a tener un local para brindarle un mejor servicio a sus clientes.

“Sé preparar muchas especialidades en mariscos, como camarones a la diabla, empanizados, al mojo de ajo, filetes de pescados, caldos, sopas y hasta micheladas, pero por falta de espacio no puedo ofrecerlos”, explicó Edith.

Ella actualmente ofrece cocteles de camarón, campechanos, vuelve a la vida, tostadas de aguachile, surimi, marlín, cueritos y trompa, para quienes no les gusten los mariscos o sean alérgicos;  además los viernes y sábados ofrece filetes y camarones empanizados, todo a precio muy accesible.

Su horario de atención es de lunes a sábado de 11 de la mañana a siete de la tarde, bajo la encomienda de que todo se prepara con los ingredientes más frescos, ya que no lleva nada preparado.

Es así como Edith Ramírez se gana la vida y espera seguir atendiendo a sus clientes por muchos años más y darles el servicio que se merecen, por lo que día con día lucha para llegar a poner su propio restaurante, idea que no se saca de la cabeza y quiere hacer realidad.

Imagen Zacatecas – Carlos Montoya