Desayunos escolares

De mis apuntes: Carlos López Gámez.
De mis apuntes: Carlos López Gámez.

En el ejercicio administrativo 1962-64 los aciertos, sin ser espectaculares, fueron hechos tangibles y no ocurrencias.

Las acciones emprendidas durante el año de 1963 por el Sr. Luis Acevedo Soto, en su carácter de Presidente Municipal de Fresnillo ejercicio 1962-64 describe un rubro correspondiente al Comité Municipal del Instituto de Protección a la Infancia.

El citado comité tenía a su cargo la Planta Rehidratadora y Envase, elaboradora de los desayunos escolares. Esta planta fue inaugurada un año anterior por la Sra. Eva Sámano de López Mateos y se ubicaría en las remodeladas instalaciones del antiguo Sanatorio Luis Moya por la calle de Plateros al norte.

Su presencia en esta ciudad fue consecuencia del programa denominado Alianza para el Progreso, suscrito por Jhon F.

Kennedy y Adolfo López Mateos, Presidentes de los Estados Unidos de América y Estados Unidos Mexicanos respectivamente.

Durante el tiempo en que funcionó el programa, el gobierno norteamericano enviaba a nuestro país productos destinados a la elaboración de los desayunos escolares, entre ellos leche en polvo de diferente sabor, así como harina, frijol, queso amarillo y aceite. Los desayunos consistían en un cuarto de litro de leche en polvo y un pequeño bolillo con frijol o queso amarillo. El reparto comprendía escuelas primarias de la ciudad y del medio rural.

El reparto local era de lunes a viernes antes de la apertura de los planteles. Se realizaban a bordo de una camioneta combi; al medio rural se recurría a los autobuses rurales. El costo era de 10 centavos por paquete. Para abaratar costos fue necesario la construcción de un horno de panadería el cual estuvo a cargo del Sr. Joaquín Soto Gurrola. El encargado de la panadería fue el Sr. Emilio Román, laboraban cinco personas cubriendo dos turnos.

Cabe señalar, independiente al informe del alcalde LAS que, los desayunos escolares fueron aceptados tanto por las autoridades educativas como maestros y principalmente por los niños, ellos los consumían con agrado.
En la moderna y funcional planta laboraban el Sr. Javier Arellano Anzures como administrador y un auxiliar; el resto del personal Sr. Pedro González responsable de la unidad repartidora, así como cuatro empleadas para lavado y envase y tres empleadas de cocina para el relleno de los pequeños bolillos.
En el ciclo escolar correspondiente a 1963 se distribuyeron 316,500 desayunos en escuelas de la ciudad; en 34 comunidades 474, 750. El total de desayunos distribuidos era de 791,250. Las cantidades referentes al reparto fueron aumentando continuamente. Los maestros de centros educativos de la ciudad como del campo solicitaban raciones extras.

Estos desayunos no estaban destinados solamente para estudiantes de las escuelas primarias del municipio, se incluía en los repartos raciones extras para instituciones de enseñanza preescolar. En ese año se distribuyeron 500 desayunos en planteles de ese nivel.

Se anotaba que el número de raciones distribuidas en el municipio a finales del ciclo escolar hubo necesidad de incrementar la producción de manera principal en el medio rural, pues de 34 comunidades atendidas se aumentó a 94 poblados.

Al finalizar el programa Alianza para el Progreso la planta elaboradora de los desayunos escolares en Fresnillo como en el resto del país cerraron sus operaciones. Se trató sin lograrlo que a nivel nacional se mantuviera ese servicio, sin embargo otros criterios lo impidieron por completo.

La niñez que de alguna forma se beneficiaba con alimento nutritivo de calidad y a un costo mínimo, se queda sin las raciones a que se estaba acostumbrando. Las respuestas de tinte político referentes a los fines de los desayunos escolares en ese tiempo, jamás las entendió la comunidad en general, sin embargo el tiempo se encargó de arrojar al baúl de los recuerdos lo que en aquellos lejanos años se lograba sin tanta alharaca o kilométricos y vacíos discursos demagógico-populistas.

Debemos destacar que la Planta Rehidratadora y Envasadora de los desayunos escolares en esta ciudad, dependiente del Comité Municipal del Instituto de Protección a la Infancia (ahora DIF), no tan solo se concentraba en elaborar las raciones alimenticias, integraba a sus programas regulares otros servicios a la comunidad sin tanto trámite o condiciones.

Entonces para concluir con este relato, lo que hace años se intentaba hacer para el bienestar de la comunidad, en este caso de los niños, si se cumplía en lo posible, tomando en cuenta que para atender a la comunidad vulnerable los recursos destinados para ello son generalmente insuficientes y en otras tantas veces se desvían para otros fines.

En el ejercicio administrativo 1962-64 los aciertos, sin ser espectaculares, fueron hechos tangibles y no ocurrencias. Uno de los factores primordiales para llegar a las realizaciones en ese tiempo que el Gobernador del Estado, Ing. José I. Rodríguez Elías y el Alcalde Luis Acevedo Soto, coincidió en objetivos y cumplieron cabalmente a la sociedad. Lo que no ocurre en el presente.




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