Ana y Dagoberto funden sus almas en una sola

Seis meses de un intenso noviazgo fueron suficientes para que Ana Estefanía Salas Espinoza y Dagoberto Martínez Rodríguez decidieran pasar juntos el resto de sus vidas, como marido y mujer. Familiares y amigos llegaron desde temprano al Templo de Nuestra Señora de Fátima, recinto que se vistió de luz y alegría al recibir a los … Leer más

Seis meses de un intenso noviazgo fueron suficientes para que Ana Estefanía Salas Espinoza y Dagoberto Martínez Rodríguez decidieran pasar juntos el resto de sus vidas, como marido y mujer.

Familiares y amigos llegaron desde temprano al Templo de Nuestra Señora de Fátima, recinto que se vistió de luz y alegría al recibir a los enamorados, quienes con nerviosismo y felicidad caminaron desde la puerta principal hasta el altar, en compañía de las ocho elegantes damas de honor.

Ella, originaria de Villa Hidalgo, y él, del municipio de Ojocaliente, pudieron afrontar los problemas de distancia y reafirmaron su amor al comprometerse en cuerpo y alma a su nueva relación.

Entre nostalgia y júbilo los padres de la novia, María Dolores Espinoza Ramos y Luis Enrique Salas Martínez, miraron cómo su hija realizaba su sueño de toda la vida.

Dagoberto Martínez Serrano, papá del novio, y su hermana Ashanty orgullosamente lo felicitaron por iniciar su propia familia de la mano de Dios.

Después de aconsejarles cómo sobrellevar un buen matrimonio, el padre llegó al momento cumbre en el cual funde estas almas en una sola bajo el permiso de Dios.

Para celebrar a lo grande su amor, los ahora esposo partieron en una limusina blanca hacia el lugar del festejo.

Así, junto a sus invitados continuaron la celebración en el Rancho La Esperanza, donde estuvieron  hasta altas horas de la noche para luego irse de luna de miel a Playa del Carmen.

 

Imagen Zacatecas – David Vega