Los Muro ofrecen vino 100% de uva zacatecana
El proyecto empezó hace 43 años, cuando empezaron a plantar los primeros viñedos
FRESNILLO.- Mauricio del Muro es un empresario que viene de un linaje de productores vino, pues es integrante de la familia Los Muro, quienes elaboran vino artesanal con uvas 100% zacatecas en la comunidad de El Salto.
Mauricio, muy orgulloso de esta tradición, sigue los pasos que sus padres Luis Muro y Blanca Díaz, quienes se dedican a producir las uvas con las que realizan estas bebidas que ofrecen para el deleite de todos los paladares.
El viñedo que tantos recursos y años les ha costado mantener, bien les ha valido para convertir a sus vinos en un producto único y con una marca que lo hace sobresalir de otras marcas más comerciales.
Lleva el vino en la sangre
Con orgullo pueden decir que sus vinos “Del Muro” son uno de los pocos realizados con uvas 100% zacatecanas, las cuales crecen, se procesan y se fermentan con medios artesanales para ofrecer un vino tinto de buena calidad.
Este proyecto no ha sido nada fácil y sobre todas las cosas, ha requerido de mucho tiempo, pues tal como nos cuenta Mauricio, todo empezó hace 43 años, cuando iniciaron a plantar los primeros viñedos.
Y de hecho, ellos no empezaron a realizar vinos sino hasta recién en el año 2017, cuando por fin pudieron sacar a la venta sus primeros vinos artesanales.
Este proyecto de vida que se llegó por generaciones, lo empezó don Máximo Muro, quien inició con la plantación de una vid, en la comunidad El Salto.
Con el paso del tiempo, ese esfuerzo dio grandes frutos, ya que a día de hoy, ese viñedo se ha convertido en una fuente de empleo para todos los integrantes de la familia, quienes con su trabajo lo mantienen vivo.
Mauricio prepara vinos jóvenes
Ha sido así que, gracias a la familia, que Mauricio sabe de este negocio y que ha aplicado los cuidados que sus padres y abuelos daban a ese mismo viñedo.
Tal como cuenta, el trabajo es de todo el año, pero la producción del vino, como tal empieza desde el mes de septiembre:
“El proceso inicia en septiembre, con la cosecha y posteriormente el proceso de elaboración que es artesanal y está listo para finales de noviembre, porque es un vino joven para nuestros clientes.”
Y es que la producción de sus vinos se reduce a un año, porque éstos no pasan por la barrica y no se reposan para su envejecimiento. De esta manera tienen un sabor inigualable.
Por eso mismo, contrario a esos vinos añejados, los vinos jóvenes son más afrutados y mucho más suaves y frescos.
El joven aseguró sentirse muy orgulloso de todo lo que han construido en familia, y es que gracias a las uvas que han hecho crecer, ellos encontraron una opción no sólo para vender sus frutas, sino para hacer bebidas.
El viñedo crece con la familia
Y es que así de poco a poco, Mauricio y su familia se han propuesto expandirse, primero hicieron el vino a su gusto y tiempo después decidieron realizar una producción mayor para venderla a distintos clientes.
Tal vez, con el paso de los años, el negocio de Mauricio prospere y consigan realizar una gran variedad de vinos.
Por lo pronto este es un proyecto que sin duda va madurando y que con el paso de los años es más prometedor.