Un carro de control remoto, el mayor deseo de Gustavo

Un carrito de control remoto es uno de los deseos que nunca se le han cumplido a Gustavo Adolfo Araiza Delgado, de 13 años. Junto con sus hermanos Bryan, Paola y Vanessa, él vive en un hogar humilde de la colonia Lomas de Bracho, protegidos por un techo de lámina que, cuando llueve, se gotea. … Leer más

Un carrito de control remoto es uno de los deseos que nunca se le han cumplido a Gustavo Adolfo Araiza Delgado, de 13 años.

Junto con sus hermanos Bryan, Paola y Vanessa, él vive en un hogar humilde de la colonia Lomas de Bracho, protegidos por un techo de lámina que, cuando llueve, se gotea.

Sus padres son pepenadores y debido a sus mínimos ingresos no han tenido la forma de mejorar su situación de vivienda. Gustavo comentó que nunca ha recibido un carro de control remoto, pero tampoco un juguete nuevo, pues los que ha tenido se los ha traído su padre del tiradero o se los han regalado otros niños.

El infante, al ser entrevistado, no pudo recordar la última vez que el Niño Dios le trajo algo; únicamente dijo que fue hace mucho tiempo y que ya ni recuerda qué le trajo.

Lamentó que a veces el Niño Dios no tiene dinero para traer regalos a todos los niños y por eso no se ha concedido su deseo de que le traigan un carro de control remoto.

Sin embargo, el pequeño no ha perdido las esperanzas, pues confía en que algún día tendrá su carro y podrá disfrutarlo con sus amigos.


 

Imagen Zacatecas – Jesús Murillo