Candidatos del partido, gobernantes del pueblo

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

El electorado zacatecano ha otorgado victorias a candidatos sin partido o que han perdido su registro en el mismo proceso.

Cuando vuelva a ser vigente el principio de “Sufragio efectivo, no relección” como lo impulsa Claudia Sheinbaum nuestro país habrá corregido un costoso error histórico.

En los gobiernos municipales a lo mejor conviniera una razonable ampliación del período constitucional si se llega a la conclusión de que tres años son insuficientes para el nivel de gobierno con más cercanía con la población, lo que es de anotar, es que está en curso un cambio de régimen que aún no alcanza concreción deseable en el nivel municipal.

Zacatecas inicia su fase pluripartidista con la victoria del PSUM en Ciudad Cuauhtémoc en los años 80 durante el mandato del gobernador J. Guadalupe Cervantes Corona, pero sería hasta después del terremoto político de 1988 y muy acentuadamente cuando el PRI desaloja la presidencia de la república en el 2000, cuando el PAN y PRD disputan con creciente vigor los gobiernos municipales del estado de Zacatecas.

Municipios como Jerez asimilan la alternancia con tanto denuedo que el partido que alcanza la victoria en el proceso saldrá derrotado en el siguiente, la otra cara de la moneda la representan los municipios de Pinos y Tepetongo, que mantuvieron al PRI en el gobierno hasta 2024, cuando por primera vez serán gobernados por otros colores.

El electorado zacatecano ha otorgado victorias a candidatos sin partido o que han perdido su registro en el mismo proceso, partidos locales de vida efímera o partidos nacionales que habiendo conservado su registro nacional no lo conservan en lo local o viceversa, que habiendo conservado registro local lo pierden en lo nacional como es el caso actual del PRD.

Los zacatecanos hemos vivido gobiernos de muchos partidos sin notar en que son diferentes unos de otros, ningún instituto político ha puesto en prácticas políticas públicas distintas a las de sus adversarios, las diferencias que se pueden encontrar tienen más que ver con la moral y el temperamento del gobernante que en líneas programáticas partidistas, mostrando que las diferencias son por intereses y no por ideales distintos.

Sin identidad distinguible

En contraste con la uniformidad gobernante, el electorado zacatecano otorga respaldo mayoritario a la continuidad del proyecto de la Cuarta Transformación al votar por Claudia a la presidencia y hace a un lado diferencias votando por diputados y senadores y haciendo a un lado diferencias con tal de impulsar el “Plan C”.

Los que gobernarán municipios lo harán en un contexto acotado, no es lo mismo ser gobierno municipal panista en tiempos de Fox o Calderón que en los tiempos actuales, o fincan su política en la cooperación mutuamente respetuosa, como el gobernador de Yucatán, o en la confrontación desde la facción como la gobernadora de Chihuahua, pero no es la única acotación la que deben tener los gobernantes municipales, aún los de Morena, también los gobernados tienen todo el derecho de demandar acatamiento a directrices independientemente del origen partidista.

A los Zacatecanos nos beneficiará que los 58 presidentes municipales asuman dos tareas y que sus sucesores hagan lo mismo, una es la de la reforestación planeada y supervisada técnica y socialmente, la otra tarea ineludible y también permanente es la de disuadir el consumo de drogas ahí dónde aún no aparece y en dónde ya motiva los males que le son propios, lo ambiental y lo social son parte infaltable de la razón de ser de la política de verdad.

Nada me quita de la cabeza que todos los gobernantes que no denuncian ante las instancias correspondientes las irregularidades del gobierno al que remplazan es porque piensan hacer lo mismo.

La corrupción en nuestro estado es consentida, no combatida, solo se abatirá cuando la población gobernada exija a todos los gobernantes independientemente de su origen partidista que sean honestos completos, no honestos a medias que no roban un peso pero que le cubren las espaldas con su silencio a quienes si lo hacen por conveniencia política.

La austeridad que convence al pueblo es la que deben practicar los gobernantes y también debe exigirse a todos los que gobiernan independientemente de su origen partidista, como también deben evitar abusar del personal usando las plazas con mentalidad patrimonialista que tantas injusticias genera cada 3 años.

No es cheque en blanco

Hoy más que nunca la gente vota por un rumbo, por un proyecto, por un conjunto de principios, no por una persona, esa voz mayoritaria debe ser la guía de todos los gobernantes de cualquier nivel.

En 1998, durante la campaña a gobernador de Ricardo Monreal, Le escuché una frase al presidente López Obrador en un acto en la Plaza de Armas en 1998: Los candidatos son de los partidos, los gobernantes son del pueblo”.

Más contundencia democrática, imposible.

Nos encontramos el jueves en Recreo

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