Aprender a convivir con el COVID-19

Eduardo Ruiz-Healy.
Eduardo Ruiz-Healy.

Ayer, al momento de escribir esto, 2 mil 122 personas habían muerto a causa del coronavirus COVID-19 que fue detectado por primera vez el 31 de diciembre de 2019 en Wuhan, ciudad de casi 12 millones de habitantes que es la capital de la provincia china de Hubei. Desde entonces hasta ayer se habían confirmado … Leer más

Ayer, al momento de escribir esto, 2 mil 122 personas habían muerto a causa del coronavirus COVID-19 que fue detectado por primera vez el 31 de diciembre de 2019 en Wuhan, ciudad de casi 12 millones de habitantes que es la capital de la provincia china de Hubei.

Desde entonces hasta ayer se habían confirmado 75 mil 204 casos en 30 países y territorios y en el crucero Diamond Princess que está anclado en el puerto de Yokohama, Japón. El 99.4% de los casos se han dado en China.

De los 75 mil 204 enfermos, 2 mil 122 han muerto, 16 mil 342 se han recuperado y ya no están hospitalizados, mientras que 57 mil 205 siguen infectados. De estos últimos, 12 mil 604 están en condición grave o crítica y 45 mil 141 presentan molestias moderadas o leves.

En lo que a América se refiere, hay 15 enfermos en Estados Unidos y ocho en Canadá; ninguno de los 23 ha sido dado de alta todavía. En Latinoamérica y el Caribe no se ha registrado un solo caso.

De acuerdo con un cálculo preliminar de la Organización Mundial de la Salud, la tasa de letalidad de COVID-19 de entre los casos registrados hasta ahora, es del 2%. Sin embargo, como lo explican cuatro investigadores suizos de la Universidad de Basilea en su artículo 2019-Novel Coronavirus (2019-nCoV): estimating the case fatality rate – a word of caution, publicado el 7 de febrero pasado en el semanario científico Swiss Medical Weekly: “Es tentador estimar la tasa de letalidad al dividir el número de muertes conocidas por el número de casos confirmados. El número resultante, sin embargo, no representa la verdadera tasa de letalidad y puede estar desactivado por órdenes de magnitud. El diagnóstico de infección viral precederá la recuperación o la muerte de días a semanas y, por lo tanto, el número de muertes debe compararse con los recuentos de casos anteriores, lo que explica este retraso que aumenta la estimación de la tasa de letalidad. Por otro lado, es probable que los casos en las estadísticas oficiales sean una subestimación severa del total; explicar esta subestimación disminuirá la tasa de letalidad.

El tiempo entre el diagnóstico y la muerte/recuperación y el grado de subregistro variarán con el tiempo, así como entre ciudades y países. Por lo tanto, una estimación precisa de la tasa de letalidad es imposible en la actualidad”.

Solo el tiempo nos permitirá la magnitud de los daños causados por el COVID-19, tanto en términos de vidas como de recursos.

Y luego, el mundo aprenderá a convivir con este virus, así como ya se adaptó al de la influenza estacional que hasta ayer había matado a 66 mil 267 personas en lo que va del año.

*Twitter: @ruizhealy




Más noticias


Contenido Patrocinado