Pedro Jiménez Ruiz

Una historia taurina muy curiosa es la que relatamos este día al reanudar mi colaboración en IMAGEN, el periódico de los zacatecanos.

Pensaría usted amable lector que en Europa radica desde hace más de 30  años una persona nacida en Guadalajara, Jalisco y que en 1976 hizo su presentación como novillero en la Monumental Zacatecas?.

Me refiero a Pedro Antonio Jiménez Ruíz “Pedrín” que a la edad de 17 años se presentó en la inolvidable temporada novilleril organizada por la primera empresa taurina en el flamante coso, inaugurado el 5 de septiembre de 1976 llegando a actuar en tres ocasiones, la tercera y última ya en el mes de enero de 1977.

Sucede que José Antonio Enríquez (qepd) era amigo de Don Pedro Jiménez Zavala “Pedrín”, Matador de toros tapatío alternativado el 27 de mayo de l965 en Santiago Ixcuintla, Nay y que tenía un hijo con deseos  de seguir sus pasos.

Hubo una petición de Don Pedro para su amigo zacatecano, el empresario de una nueva plaza de toros para que se le diera una oportunidad  a su “chaval”.

Sí alguno de nuestros lectores vivió de cerca aquella temporada de novilladas debe recordar que en la presentación de Pedro Junior tuvimos un gran ambiente en los tendidos de la Monumental ya que amigos de la familia Jiménez/Ruiz  y aficionados de Guadalajara viajaron a nuestra ciudad para alentar al jovencito Pedro.

Y no solo fue esa tarde del otoño zacatecano en que tuvimos a la “porra” tapatía sino que en las siguientes  dos actuaciones de Pedro volvimos a tener su presencia en los tendidos de la Monumental recién inaugurada.

Fue la tarde del domingo 7 de noviembre de 1976 cuando “Pedrín” hizo el primer “paseíllo” al lado de Jaime  Solo, Guillermo Suárez del Real y Paco Rivas con ganado de Ruíz Barrios.

En la breve reseña para el diario “ESTO”, un servidor escribió que Pedro Jiménez “Pedrín” entusiasmó con faroles de rodillas, luego naturales y ayudados. Mató de entera y descabello.

Dado que el jovencito tapatío había dejado una buena impresión aún sin cortar apéndices, José Antonio Enríquez lo programó para el 5 de diciembre del mismo año, en la sexta novillada de la incipiente temporada  al lado de “Polo” Farina, Paco Rivas y Jorge Rodarte.

Fue una tarde complicada ya que los novillos de José Muñoz fueron peligrosos y difíciles, Jiménez sufrió varias volteretas y resultó herido en el muslo derecho, permaneció en el ruedo, escuchó un aviso y terminó con la vida del astado.

Ya recuperado de la cornada, Jiménez reapareció el domingo 9 de enero de 1977 en lo que fue la décima novillada  de la temporada al lado de Jaime Solo, José Luis Rodríguez  y Rafael Sandoval con bravo encierro de  “San Antonio de Triana”.

Fue un festejo muy interesante dada la casta y también nobleza de los novillos que envió el recordado Lic. Don Manuel Ibargüengoitia, “Centinela” se llamó el que abrió plaza y cuyos restos recibieron homenaje de vuelta al ruedo.

Ese novillo le correspondió a Jaime Solo quien pese a pinchar se llevó una oreja, Rodríguez escuchó un aviso, Rafael Sandoval se llevó las orejas y “Pedrín” demostró sus cualidades, peleón y bullidor  para faena empeñosa y mereció una oreja en lo que fue su última  actuación ante la afición zacatecana.

La carrera novilleril de Jiménez continuó por algunos años. Incluyó actuaciones importantes en cosos mexicanos sin faltar su comparecencia en la Plaza México.

Dada la exigencia de su padre y de común acuerdo con  su hijo, el propio novillero, en un sincero autoexamen decidió retirarse como novillero  en un festejo celebrado en Uruapan, Michoacán y luego buscar otros caminos.

Años después se produjo un momento muy importante en la vida de nuestro personaje al conocer en Guadalajara a una joven nacida en Fribuourg (Suiza) quien estudiaba el idioma español surgieron los primeros encuentros y hasta le podemos llamar Amor a primera vista.

Nelly Eger regresó meses después a su tierra natal y Pedro mantuvo firme su intención de unir su vida a ella, sin conocer el idioma, Jiménez luchó, obtuvo trabajo en el territorio helvético y regularizó su situación migratoria.

Mientras tanto, un servidor le perdió la pista a Pedro y hubieron de transcurrir casi 20 años  en  saber por medio de su papá, el recordado Pedro Jiménez Padre que su hijo se había casado y vivía en Ginebra (Suiza).

Gran sorpresa para quien escribe el recibir tal noticia y meses después, ya en el presente siglo, visité a “Pedrín” en Ginebra evocando con emoción lo sucedido en los años 1976 y 1977.

Mantuve la comunicación con Jiménez y otra vez transcurrieron 20 años para un nuevo encuentro en días pasados pero ahora en Vallery (Francia) en donde radica desde hace 19 años.

Vive al lado de su esposa Nelly con quien contrajo matrimonio en 1988, por lo civil en Suiza y por la Iglesia    en su natal Guadalajara en 1991, tienen dos hijas que son su orgullo, Vanessa  y Tania y mantiene una estrecha comunicación con su familia que radica en Guadalajara.

Grata conversación, atención excepcional, encontrando en Pedro un hombre agradecido con la vida, sin amargura pese a no haber cumplido sus sueños taurinos.

¡Hasta  el próximo lunes!