Crees que te vas a morir: Elsa, sobreviviente al Covid-19

Foto ilustrativa, no pertenece a los hechos.
Foto ilustrativa, no pertenece a los hechos.

Todos los días despertaba con el temor de haber contagiado a su familia.

ZACATECAS.- “Recuerdo que lloré, estaba muy nerviosa y me temblaron las manos, crees que si te detectan te vas a morir, que ya acabó todo”, son las palabras con las que una de las sobrevivientes del Covid, a quien llamaremos Elsa, narra los días que vivió pensando en que podrían ser los últimos.

El virus lo contrajo en su trabajo, aunque nunca tuvo síntomas le realizaron la prueba por protocolo y su sorpresa fue dar positivo.

“Estaba segura de que saldría negativa, de pronto me avisaron y la verdad fue un balde de agua fría que me cayó encima”, compartió.

Nunca supo si apareció en las estadísticas estatales, por lo que no tiene idea de qué número de contagio fue.

“Me hicieron la prueba en un laboratorio particular, me mandaron los resultados y constataron que era positivo; debía hablar al 911 para dar mis datos al respecto”.

Llamó e hizo el procedimiento y solo le dieron las indicaciones de estar en casa 21 días.

Durante todo el fin de semana estuvo atenta para saber si aparecía en los reportes diarios y mencionó que nunca vio un caso que coincidiera.

Ante la incertidumbre de enfrentarse a algo desconocido, tuvo la esperanza de que le comentaran qué si y que no hacer durante el periodo de aislamiento; sin embargo, no sucedió.

“Tenía miedo porque nunca me dieron recomendaciones certeras a seguir para que yo las practicara en casa”, por lo que hizo lo que creyó conveniente para cuidar de los suyos.

Bajo el mismo techo pasaron los 21 días ella, su esposo y la menor de seis años, pero sin el más mínimo contacto físico, lo que representó un golpe anímico muy duro.

Conforme pasaron los días la situación no mejoraba, aunque no presentó algún síntoma, el temor y las noticias acapararon sus pensamientos.

“No había contacto físico, besos, abrazos, muestras de cariño; dormí en otro cuarto, la limpieza era extrema y traté de estar en un mismo lugar”.

Desinfectar todo lo que tocaba al momento, se volvió primordial para su estancia en casa.

El temor de contagiar

Elsa compartió que todos los días despertaba con el temor de haber contagiado a su familia, a su suegra y mamá.

Por su trabajo y la falta de escuela, le ayudaban a cuidar de su hija; antes de saber que era positivo, estuvo en contacto diario con ellas y al ser personas vulnerables, corrían peligro.

“El temor es grande. Tu mente no deja de recordarte que en cualquier momento te puedes sentir mal y puedes contagiar”.

Sin embargo, lo extrañó es que ni su esposo ni a ninguna otra persona con quien tuvo contacto las últimas semanas fue contagiado.

“Por increíble que parezca, a mi esposo le practicaron la prueba y salió negativo”.

No es sinónimo de muerte

Con el paso del tiempo, aprendió que ser diagnosticado positivo no es sinónimo de muerte, pero no demerita el riesgo que hay.

“Ahora que soy recuperada aprendí a valorar la vida, los cuidados, la alimentación, es con lo que me quedo, el cuidarnos”, dijo.

Por otro lado, lamentó que en la empresa que labora le descontaron el 40% del sueldo, pese a que trabajó desde su casa durante este periodo.

Si bien es cierto que estuvieron al pendiente de su salud, no parece justo tal descuento económico.
A Elsa y su familia el periodo de aislamiento es algo que los dejará marcados por mucho tiempo.




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