Ambulantes se juegan la vida por dinero

Comercios informales que se ubican en calles y banquetas del Centro Histórico se niegan a retirarse por la contingencia del Covid-19.

“O morimos por el coronavirus o nos morimos de hambre”, dijo una la propietaria de un puesto de dulces típicos ubicado en la calle Aldama.

Otros dedicados a la venta de nopales, fresas y tunas declararon que el Covid-19 es solo un invento para que la gente se encierre en su casa.

“Esa frase de Quédate en Casa es puro cuento para tenerlos encerrados, tan fácil que es curar una gripe”, dijo uno de los puesteros originario de Pinos.

Sobre la Avenida Hidalgo la circulación de peatones y vehículos aún es numerosa, muchos de ellos estacionados en lugares prohibidos y haciendo fila para ingresar al banco, ya que son únicos establecimientos abiertos.

Tiendas de ropa, de comida, dedicados a la venta de artesanías y recuerdos permanecen cerrados sin aviso de hasta cuándo abrirán sus puertas al público.

Los mercados son los únicos espacios donde prevalece la venta de frutas, otro tipo de herramientas se retomará hasta el mes de mayo, tal es el caso del Arroyo de la Plata, que cerrará sus puertas a partir del próximo lunes.

“Ya no tiene caso abrir, mejor que todo se eche a perder aquí, porque es más el gasto en ir y venir para no levantar ni un peso”, comentó un vendedor de verduras.

A unos cuantos metros se encuentra el Jardín Independencia que fue cerrado para impedir el acceso de personas mayores.

De acuerdo con el personal de limpia, el olor a orines ante la contingencia por coronavirus mantendrá a este espacio libre hasta mayo.

“Este es un recinto para personas de la tercera edad y ahora esta solo el jardín, esperemos y hayan optado por quedarse en su casa, porque son ellos lo que más riesgo corren de ser contagiados”, dijo una de las hormiguitas.

A pesar de que ya hay una indicación oficial para que todos permanezcamos en casa, quienes permanecen en el primer cuadro de la capital descartaron irse y estás dispuestos a esperar el tiempo que sea necesario para que el dinero otra vez caiga en sus bolsillos.