Un sucesor tapadera

Peña Nieto no buscó un sucesor para apuntalar el modelo económico que se le impuso al país por la comunidad financiera internacional, lo que Peña Nieto buscó  es” una tapadera”, alguien que por haber  participado en dónde se operan los manejos de los recursos fiscales no pueda darse “baños de pureza” culpando a su antecesor de todos los males que no atine a resolver porque escupe  para arriba. 

Lo acepte o no lo acepte,  Meade es implementador de la estrategia corruptora de los “moches” y copartícipe de la escandalosa corrupción de la etapa Peña Nieto.  

El afán de presentar a Meade como impoluto no duró ni 24 horas, pues una vez que opera el ritual del priísmo, no pasó mucho tiempo para que trascendiera que en su declaración patrimonial no incluyó la adquisición de un terreno para jardín por el que desembolsó dos millones trescientos mil pesos,  divulgándose de paso su pertenencia a un reducido círculo de privilegiados como los vecinos del Fortín de Chimalistac dónde los corredores de bienes raíces calculan en dieciséis millones de pesos el  precio promedio de las casas del rumbo

La  descarnada cargada mediática presenta a Meade como el candidato capaz de conquistar la confianza de los círculos financieros internacionales pero el hecho de que el pasado lunes, día del destape, la Bolsa Mexicana de Valores no se dio por enterada o si lo hizo no brincó de alegría, por el contrario, cerró a la baja

Con mucha  perspicacia, la decisión de Peña Nieto consideró en forma prioritaria el contexto internacional en que se ubica nuestro país, particularmente el de la comunidad de inversionistas, pero no como el discurso oficial lo sostiene, por que los grandes centros de las finanzas mundiales estén preocupados por el riesgo del “populismo”. 

Basta ver el flujo de inversiones que capta China, Cuba o Vietnam para entender que los capitales no son rehenes de  prejuicios ideológicos usados para defender el  desorden  establecido  por tecnócratas de a los que Harvard no les quitó lo aldeano, lo anterior no significa que los círculos financieros internacionales no estén observando con lupa lo que acontece en un país como el nuestro que con todos sus sinsabores es una parte muy importante de la economía mundial

Los ricos también lloran 

Lo que a la comunidad de inversionistas tiene con el “Jesús en la boca” es enterarse que en diversas partes del territorio nacional dónde se extraen minerales, las trasnacionales se han visto forzados a pagar “derecho de piso” al cártel del rumbo, como está ampliamente acreditado que sucedía  en Michoacán con” los templarios, la “Tuta” y demás referencias legendarias.

A la comunidad financiera internacional le indigesta que la apertura de los energéticos vaya junto con la plaga de “huachicoleros” que succionan el combustible en todo el territorio y les alarma saber que muchas gasolineras, como las que se quieren instalar aprovechando “la reforma estructural” tienen que abastecer de combustible los vehículos de los cárteles y si no que se atengan a las consecuencias.

Seguramente para esos círculos de potentados no resulta tranquilizante saber que desde que Calderón le declaró la guerra a la delincuencia organizada hasta la fecha más de siete mil niños y adolescentes de alto nivel económico han sido contabilizados como víctimas del frenesí homicida que nos envuelve.

Los capitales no tienen ética, ni preocupación por los derechos humanos ni por el nivel de  vida de los pueblos cuando eso no interfiere en los negocios, pero es el caso que en México la descomposición alcanzó tales proporciones que sí interfiere.

Barbas en remojo                                      

Hay una mano que mece la cuna detrás de caída en prisión de corruptos de alto calibre en el mundo político y empresarial de América Latina, la  mano es la de la comunidad financiera internacional que ve llegado el momento de poner punto final al capitalismo de compadres en la región, para dejar en su lugar al capitalismo igualmente inequitativo pero más vivible fundado en la legalidad, coincidiendo en eso con la gran aspiración de todos los pueblos del mundo de eliminar la corrupción.

Peña Nieto, al igual que sus allegados, sabe que está embarrado en lo de Odebrecht  para sólo citar un ejemplo, sabe que su sucesor será presionado fuertemente  para que abra investigaciones que den certeza al país.

 El mismo tuvo que ceder y permitir o auspiciar procesos a ex gobernadores  (a  los únicos que ha logrado proteger es a los que ganaron elecciones para el PRI). 

  Se explica perfectamente  que en México duremos tanto tiempo sin Fiscal General, Fiscal

Electoral y Fiscal Electoral.

Por  eso busca un sucesor “tapadera” Hará circo maroma y teatro para hacerlo ganar pero no la tiene fácil.

Nos encontramos el lunes en El Recreo.

Imagen Zacatecas – J. Luis Medina Lizalde