Jueces y juzgados

Los primeros días de la 4ta Transformación han sido para algunos un sinfín de maromas y para otros la acción justa que se prometió en campaña. Cuando oyes las conversaciones de las personas en la calle, esos encuentros que se producen a ras de banqueta, los pronunciamientos ahí emitidos son en contra de los “altísimos” … Leer más

Los primeros días de la 4ta Transformación han sido para algunos un sinfín de maromas y para otros la acción justa que se prometió en campaña.

Cuando oyes las conversaciones de las personas en la calle, esos encuentros que se producen a ras de banqueta, los pronunciamientos ahí emitidos son en contra de los “altísimos” sueldos de los jueces y de su corrupción.

Si bien, las redes sociales en internet se han llenado de opiniones y comentarios en muchos sentidos, una inmensa mayoría toma partido con la idea de bajar los sueldos a todos los magistrados, expresándolo de formas muy fuera de la civilidad.

Dos cosas deseo resaltar: uno, como ciudadanos debemos defender hasta con la vida la división de poderes de nuestro país, que a pesar de sus fallas es la mejor forma de tener una mayoría de voces diferentes en vez de monocromáticas.

Dos. Busquemos por los espacios democráticos que los funcionarios no cobren salarios fuera de la realidad cotidiana, pero hagamos hincapié en la ética  y los valores ciudadanos. Castiguemos en las urnas a los que simulan.

Presionemos sí, pero que esa presión no sea un linchamiento público, que tampoco incitemos al odio, ni a la violencia.
Jueces independientes sí, con salarios adecuados sí. Ni más ni menos, la justa medianía.

Lo que consterna es la facilidad para incendiar el internet en pro o en contra de alguna postura. Nos hace falta formar mejores a nuestros ciudadanos y ciudadanas.

Para que dejemos de tener votantes y seamos electores. Elector el que elige, entre formas del quehacer público y no sólo entre lo carismático o no del candidato de tal o cual partido.

A los del partido en el gobierno les recuerdo que el grueso de sus votos surgió por la decepción en los otros dos partidos tradicionales, cargan con el peso de muchas ilusiones.

En esta polémica y en todas las demás que han generado y seguirán generando les transcribo una frase de Aristóteles para que la usemos de guía: “No basta decir solamente la verdad, más conviene mostrar la causa de la falsedad”.

Los problemas públicos son una amalgama de sentimientos, frustraciones y necesidades reales o no, no podemos decir que son negros o blancos. Nuestra sociedad es multicolor y multiétnica, por tanto nuestros problemas son igual de diversos.

No caigamos en simplismos que solo abonan a la polarización social, sobretodo exijamos a nuestros representantes le den el peso suficiente a los problemas que pretenden resolver. 

Aprovecho estas líneas para desearles unas felices fiestas, que no haya saldos rojos que lamentar, que no nos gastemos el aguinaldo solo en cosas vanas. Que disfrutemos de nuestros seres queridos. Un fraternal abrazo.

Imagen Zacatecas – Ricardo González