Véngase a la sabrosura de las gorditas de doña Cande

Doña Cande, se dedica a la venta de gorditas desde hace 19 años, junto a su hija, María de Jesús Pérez. Fotos: Carlos Montoya.
Doña Cande, se dedica a la venta de gorditas desde hace 19 años, junto a su hija, María de Jesús Pérez. Fotos: Carlos Montoya.

Doña Cande, como le conocen amigos y clientes, se dedica a la venta de gorditas desde hace 19 años.

ZACATECAS.- Como no le pagaban cuando era ama de casa, doña Candelaria Belmontes mejor se puso a vender gorditas, dijo entre risas mientras preparaba los chiles para las rajas con queso.

Doña Cande, como le conocen amigos y clientes, se dedica a la venta de este manjar zacatecano desde hace 19 años y junto a su hija, María de Jesús Pérez, decidió autoemplearse.

Los productos son de alta calidad y los tuestan para un mejor sabor.

Con las esperanzas puestas en su proyecto gastronómico, invirtieron sus ahorros para iniciar con la venta de gorditas en la calle Segunda de Matamoros, en el número 254-A, donde actualmente se ubican.

Su día comienza a las 5 de la mañana con la preparación de los diferentes guisados y las deliciosas y picositas salsas que acompañan a las gorditas y que es una maravilla para los comensales.

Las gorditas son al momento, lo que las hace más frescas.

Cuando el reloj marca las 9 de la mañana, ya todo está listo para iniciar con la elaboración de las gorditas, las cuales ya esperan los primeros clientes que están listos para llenar la panza.

Lo importante es la familia

“No hallaba cómo ponerle al negocio y como me dicen Cande, pues se me hizo fácil y así le puse,” comentó la doñita que trae las gorditas en las venas.

Lo anterior, porque antes de comenzar con su propio establecimiento trabajó con una de sus hermanas que también se dedica a lo mismo, lo que la animó a aventarse a la aventura.

Por más de 20 años, la zacatecana ha trabajado en el ramo de la gastronomía.

“Me gusta que las personas que vienen a probar las gorditas se vayan contentas y que luego regresen, eso para nosotras es lo principal, es lo que nos motiva a seguir adelante,” comentó doña Candelaria.

Mi abuela siempre decía que el dinero se hizo para gastarse, pues cuando uno se muera ya no lo podrá disfrutar y solo deja problemas.

Por ello, doña Cande y su familia cada año, durante una semana, cierra su local para irse de vacaciones a la playa y disfrutar el mar, lo que hace que regresen con más ánimo a trabajar.

Por más de 20 años, la zacatecana ha trabajado en el ramo de la gastronomía y hasta la fecha chambea de lunes a domingo desde las 5 de la mañana hasta pasada la 1 de la tarde.

Es así como tres generaciones se ganan la vida haciendo lo que más les gusta.

Aquí pura chambeadora

Tortas y gorditas Cande es un proyecto familiar en el que participan tres generaciones, pues además de la doñita participan su hija y sus nietas, lo que hace que la sabrosura no termine.

Compa vaya a probar las gorditas de barbacoa, lengua, bistec, rajas, chile relleno, huevo y papas a la mexicana, éstas últimas son un deleite para los paladares más exigente.

Además, no pueden faltar las de chicharrón, yesca, frijoles, mole y deshebrada, las que pueden acompañar con una malteada o una taza de café.

Aunque, los domingos también prepara menudo, ideal para quienes anden sufriendo por la “cruda realidad” y en temporada de frío también lo ofrece los sábados.

No pueden faltar las de chicharrón, yesca, frijoles, mole y deshebrada.

Es así como tres generaciones se ganan la vida haciendo lo que más les gusta y por ello tendremos gorditas de calidad para rato.

Lo anterior, porque doña Cande aseguró que su negocio más allá de ser una forma de autoempleo se convirtió en su estilo de vida que seguirá ejerciendo hasta que sus fuerzas se lo permitan.




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