Si tienes problemas con las llaves, don Marco es tu salvador

Al fresnillense le enseñó su papá todo lo que tiene que ver con llaves. Fotos: Ángel Martínez.
Al fresnillense le enseñó su papá todo lo que tiene que ver con llaves. Fotos: Ángel Martínez.

Marco Antonio Velázquez Rodríguez desciende de una familia de cerrajeros y él no fue la excepción.

FRESNILLO.- Marco Antonio Velázquez Rodríguez viene orgullosamente de una familia de cerrajeros, lo cual le ha traído buenas experiencias, como que su esposa le ayude a las aventuras de este oficio.

A don Marco, su padre le enseñó todo lo que tiene que ver con llaves y cerraduras, lo cual ha compartido con su pareja, Patricia Pacheco Rivera.
Sin embargo, acepta que las cosas van cambiando, así como las peticiones de los clientes, pues las cerraduras ya son de otro nivel.

Por lo anterior, don Marco asegura que cada año busca actualizarse acerca de los tipos de llaves que existen, con el fin de brindar un mejor servicio a la población.

Sus clientes saben que a don Marco nada se le complica.

Así llueva o relampagueé, abre su changarro todos los días desde las 7:00 de la mañana hasta las 8:00 de la noche, tiempo en el que escucha las aventuras de sus clientes.

Las pláticas van desde que una persona perdió su llave o de plano la dejaron dentro del vehículo, lo que hace ameno esperar mientras don Marco termina de hacer su chamba.

Es madrugador, abre el changarro a las 7:00 de la mañana.

Así es de fregón

El fresnillense confía en sus habilidades y sus constantes capacitaciones. Por ello, no hay llave o cerradura que se le resista.

De esta manera, don Marco puede hacer una copia de una llave residencial en un minuto, lo que sería bueno comprobar cuando lo visiten, así que saquen el cronómetro.

En el caso de las llaves con diseños muy específico, o que el morro se ponga mamón (todo puede pasar), se puede invertir hasta una hora; pero, con la confianza que será un gran trabajo.

Vayan a su local y comprueben si hace una llave sencilla en 1 minuto.

Después de tantos años en el negocio, don Marco sabe que no todos los clientes son de fiar.

Lo anterior, debido a que en varias ocasiones le ha tocado personas que buscan una llave para abrir algo que no les pertenece.

Por ello, la honestidad por parte de ellos es lo más valioso que atesora don Marco.

Don Marco busca todos los días superar sus capacidades, lo que lo convierte en un fregón de las llaves.

Un matrimonio de cerrajeros

Doña Patricia aprendió eso de las llaves a través de su esposo. Por ello, se siente orgullosa de ser parte de una familia de cerrajeros, pues da la oportunidad de un negocio honrado.

Además, tanto ella como don Marco hacen lo mejor posible su trabajo, porque buscan que las personas estén seguras en su lugar más preciado, su casa.

Este matrimonio de cerrajeros está contento con lo que hace, pues tienen la oportunidad de conocer a todo tipo de personas, que con el paso del tiempo les otorgan su preferencia.

Su esposa Patricia también le sabe al jale.



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