De tripas, corazón; Toto y el amor por su oficio

Foto: Carlos Montoya.
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Hace 19 años, Arturo Campos Morales, comenzó a desempeñarse en el oficio que más le gusta, la elaboración de tacos de tripitas.

ZACATECAS.- Hace 19 años, Arturo Campos Morales, comenzó a desempeñarse en el oficio que más le gusta, la elaboración de tacos de tripitas, ya que su padre, don Felipe Campos, es a lo que se ha dedicado durante tres décadas convirtiendo su negocio en un legado familiar.

“Toto”, como le conocen sus amigos y familiares, estudió la licenciatura en Historia y combinó esa actividad con el trabajo durante casi 20 años, tiempo en el que se ha entregado enteramente al negocio junto con su hermano Felipe.

Foto: Carlos Montoya.

Entre los dos han hecho de los Tacos Don Felipe, un referente en el mundo de las tripitas zacatecanas, y para ello han tenido que sacrificar tiempo y familia para que a los suyos no les falte nada.

Las tripitas y el gusto de salir adelante

Foto: Carlos Montoya.

Pero la satisfacción ha sido mucha, pues gracias a su trabajo es que Arturo formó una hermosa familia por la que vela; entre él y su esposa Lorena, hacen todo lo posible para que a su hija Daniela, de 5 años, nada le falte.

“La esencia de nuestro negocio se basa en la familia, el trabajo y el gusto por poder servir, junto al personal que lo hace posible, es una satisfacción sin precedentes. Ejemplo indiscutible de mis señores padres”, comentó Toto.

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El buen sabor en un día de trabajo

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Platicó que su día, cuando le toca limpiar la tripa, comienza a las 7:00 de la mañana y termina a las 1:00 de la tarde cuando el producto acaba de cocerse; cuando le toca partirla tiene que madrugar a las 3:00 de la mañana.

A la taquería llega a las 6:30 de la tarde para empezar a guisar las tripitas para que a las 7:00 en punto comience la venta, la cual se extiende hasta la medianoche.

Ellos están ubicados en las inmediaciones de la Dirección de Tránsito.

En ese lugar ya tienen 28 años, y fue su padre quien lo echó a andar para darles educación a sus hijos, quienes ahora son los responsables de la taquería que cierra solo siete días al año.

La mezcla de dos oficios

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Arturo, dijo estar comprometido al 100% con su trabajo, y entre sus planes está poner algún día su propio negocio.

“Lo que más me gusta de mi trabajo es conocer personas día a día que llegan porque nos recomendaron. Ver a las personas que disfrutan nuestros tacos es nuestra mayor satisfacción” cometó Toto.

Asimismo, comentó que tiene una cuenta pendiente con la Historia, concretamente con la difusión, porque es una carrera a la que dedicó 4 años de su vida y que no está dispuesto a perder.

Ser taquero y difundir la Historia son los objetivos de Toto, quien trata de darle el mejor ejemplo a su niña, siempre teniendo en cuenta la cultura del trabajo.




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