Ceci y Ramón; un amor que ha crecido desde la raíz como su oficio

Foto: Carlos Montoya.
Foto: Carlos Montoya.

El matrimonio conformado por Cecilia Márquez de los Ríos y Ramón Mercado, venden todos los días elotes en la esquina de la calle 1910 donde está ubicado el Seminario.

GUADALUPE.- En la esquina de la calle 1910 donde está ubicado el Seminario, todos los días a las 10:00 de la mañana llega, en una camioneta de redilas, el matrimonio conformado por Cecilia Márquez de los Ríos y Ramón Mercado para vender elotes tiernos y cocidos.

La pareja es originaria del municipio de Guadalupe y más allá de estar unidos sentimentalmente, son un gran equipo de trabajo que se dedica a la venta de elotes al mayoreo y menudeo.

Son los responsables de que el elote sea tan versátil y lo amen en el estado.

Sin embargo, su oficio a veces enfrenta dificultades, ya que cuando no es temporada de maíz en Zacatecas los tienen que importar de otros estados como Sinaloa, San Luis Potosí, Jalisco y Tamaulipas.

Ceci y Ramón siempre vieron más allá

Las ambiciones de ellos no se iban a quedar solamente en ser vendedores de mazorcas, pues dieron un paso más hacia el éxito y hace 9 años, tomaron la decisión de venderlas preparadas con mayonesa, queso y picante, utilizando un triciclo que instalaban afuera de su casa.

“Decidí dedicarme a esto porque no quería tener un patrón y principalmente porque no descuidaba a mis hijos y al hogar”, comentó doña Ceci, quien es madre de dos orgullosos enfermeros, un hombre y una mujer, mientras que otra se prepara para ser odontóloga y la más pequeña quien está en la primaria y tiene el sueño de convertirse en médico.

Más que un negocio es un estilo de vida que les ha dado grandes satisfacciones.

A todos ellos, sus padres les han inculcado los valores para ser buenas personas y sobretodo la cultura del trabajo, pues desde niños han estado involucrados en el negocio y han aportado su granito de arena para hacerlo crecer.

Visionarios y sin miedo a la competencia

Ahora ya no es un triciclo en lo que venden los elotes preparados, sino un carrito de acero donde preparan una amplia gama de productos derivados del elote como son las charolas, los vasos, dorinachos y enteros, donde los clientes pueden elegir entre las diferentes salsas y aderezos para ponerles a su gusto.

Al mismo tiempo que los preparan, también los siguen vendiendo a un lado de su carrito, al mayoreo y menudeo, en una camioneta repleta de elotes y es que no le sacan a la competencia sino todo lo contrario, les da gusto que muchas personas se beneficien vendiendo sus elotes.

¿Apoco no se hace agua la boca?
Con su limoncito, su chilito y su salsa.

Es una actividad compleja, ya que para ellos no se trata solamente de vender, sino que hay todo una ardua labor antes de llegar a la esquina donde los ofrecen, porque para tener ese lugar tienen que madrugar todos los días desde antes de las 7:00 de la mañana para encontrar un buen lugar de estacionamiento.

Una vez instalados, la banqueta se convierte en su centro de trabajo y prácticamente es como su casa, porque ahí desayunan y comen, para luego levantar el móvil a las 8:00 de la noche y se van a su casa a descansar; al siguiente día continúa la rutina y se levantan con ánimo para ir al trabajo.

Es así como doña Cecilia a sus 48 años, no deja de trabajar y junto a su esposo Ramón, han sacado adelante a sus hijos para que no les falte nada y sean personas de bien teniendo lo mejor que sus padres les pueden dar, que para ellos es una buena educación y todo el amor.

No dude en comprar los productos de Ceci y Ramón, grantizan gran calidad.



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