La Iglesia
La Iglesia no es un edificio de cantera de bonita fachada que se encuentra erigido junto a la Plaza de Armas, en el centro de Zacatecas.
La Iglesia no es un edificio de cantera de bonita fachada que se encuentra erigido junto a la Plaza de Armas, en el centro de Zacatecas.
Comenzaba esta reflexión con la pregunta ¿cómo quisiera ser recordado?
Sin ser pedagogo opino como padre de familia que vive en un país democrático, plural y libre.
El universo es tan infinitamente grande y retiene en sí todavía tantos misterios para la ciencia.
Es una ecuación bien sencilla de entender aunque bastante difícil de aplicar por que nadie estamos dispuestos a perder algo, por todo lo que podríamos ganar.
Hay algo que se conoce como “justa distribución de la riqueza”. Y ese concepto exige que existan reglas claras.
Pareciera que en el mundo hay una impetuosa carrera hacia el volverse más poderoso sin importar el costo.
El caso “Titán” es una tragedia, cinco personas perdieron la vida ahí.
Perdemos tanto tiempo en la vida buscando la aprobación de quienes no nos merecen y dejamos ir el verdadero aprecio y aporte de valor real a nuestras vidas de aquellos cuya presencia sí resulta de provecho.
A veces parpadeamos y lo que antes estaba ahora no lo está; a veces creemos tener el control de algo y de pronto lo perdemos sin saber por qué.
Está claro que no hay fórmulas que aseguren un resultado deseado en la formación de los hijos. Pero sí hay un principio fundamental que, si bien no es infalible, sí es promisorio.
No es posible comprender el dolor de quien ha perdido a un ser querido en la flagelante incertidumbre de ver el tiempo pasar.