Esta cuenta preventiva nos prepara siempre para el inicio de algo.

Para la sociedad, la compasión es sinónimo de debilidad.

Todos los días alguien pierde a un ser querido, y todos los días, también, despertamos dando gracias a Dios por encontrarnos vivos.

Somos completamente vulnerables, la naturaleza siempre será quien tenga la última palabra.

El dinero compra placeres, comodidad y experiencias que todos merecemos y necesitamos.

¿Qué pasa por la mente y el corazón de un niño pequeño que abraza un oso de peluche y duerme plácidamente?

Y mi desconcierto se vuelve todavía mayor cuando el origen del conflicto está fuertemente soportado en cuestiones religiosas que se remontan a muchos siglos atrás.

Esta es una historia llena de egoísmo, soberbia y rencor. Como muchas que se escriben todos los días, en todas partes y a todas horas.

No solo suceden cosas malas, hay personas que apoyan a sus semejantes de diversas maneras.

La vanidad es uno de los puntos débiles más vulnerables en los seres humanos.

Este concepto, me invita a reflexionar sobre las características de nuestras generaciones y como se distinguen en el aspecto de los valores.

Los seres humanos tendemos a ser impulsivos y no calculamos, es más ni siquiera somos conscientes de que todo lo que hacemos causa un impacto en otros.