Tributos artísticos a Miguel de Cervantes

En estos momentos se está llevando a cabo la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2019. Ese tema me trajo recuerdos de un viaje que hice a Guanajuato. En esa ocasión tuve la oportunidad de conocer un museo sin paralelo donde se exhibe la más rica y variada colección iconográfica de Don Quijote de la … Leer más

En estos momentos se está llevando a cabo la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2019. Ese tema me trajo recuerdos de un viaje que hice a Guanajuato. En esa ocasión tuve la oportunidad de conocer un museo sin paralelo donde se exhibe la más rica y variada colección iconográfica de Don Quijote de la Mancha. Fue fundado en 1987 a instancia de Eulalio Ferrer, notable cervantista que donó su colección a Guanajuato. Ahí se puede admirar un acervo tan diverso como selecto de pinturas, murales, esculturas, tapices y arte popular, de los últimos cuatro siglos, proveniente de casi todos los rincones del planeta “en agradecido testimonio de aprecio por el caballero andante”.

Entres las 800 piezas que integran la colección del museo, destacan las obras de cuatro notables artistas que hacen presente el homenaje de Zacatecas a Miguel de Cervantes y a una de sus libros más emblemáticos. El día que conocí ese recinto, me sentí emocionado y orgulloso al percatarme de que cuatro creadores zacatecanos están presentes a través de sus obras. Ahí están los lienzos de Manuel Felguérez, Rafael Coronel, Pedro Coronel e Ismael Guardado. El primero, originario de Valparaíso, los hermanos Coronel de la Ciudad de Zacatecas y el maestro Guardado de Ojocaliente.

El maestro Manuel Felguérez le dio el título de “Metamorfosis de una imagen” a su óleo; ahí quedó atrapada una síntesis visual de las aventura dispuestas para el caballero de la Triste Figura. Se perciben diversos elementos que están por servir de escenarios para el aventurero: aspas de molinos de viento, las rejas del castillo de la venta, el color de la tierra de la Marcha. Es una composición que posee fuerza interior, movimiento y armonía.

Muy cerca de esta pintura se encuentra: “Don Quijote”, óleo sobre tela de nuestro también apreciado artista Rafael Coronel, se trata de un fascinante retrato ecuestre del Quijote, en el que se le pinta antes de obtener lo que a para ojos era el yelmo de Mambrino. Este cuadro es una representación del “trance espiritual del caballero en el momento de iniciar las aventuras para las que se juzgó predestinado”. Destacan los rasgos de su rostro, que manifiestan una serenidad y a la vez una melancolía profundas. La pintura está en perfecta armonía con una serigrafía del mismo artista exhibida en dicho museo, en la Sala de la Estampa, se trata de: “Cabeza de Quijote”, cuya perfección, técnica y expresionista nos concede la gracia de profundizar en el interior del personaje de Cervantes, parece como si existiera el espesor de la materia, como si hubiera sido trabajado en relieve; los trazos y el color sugieren una emotividad lindante de la angustia.

En el balcón de esta última se encuentra una impresionante la obra pictórica, quizá la de mayores dimensiones de todo el museo, Ahí se sitúa, orgullosamente, un mural de Pedro Coronel al que tituló: “Don Quijote Cósmico”; tiene como base el color del suelo zacatecano, una tierra colorada con una amplia gama de matices ocres, posiblemente retoma la experiencia del viaje sobre Clavileño, en el que don Quijote y a Sancho ascendieron a alturas cósmicas insospechadas, desde donde apreciaban los astros y la tierra empequeñecida.

En este lugar concluye el recorrido de la planta alta del museo, y muy cerca de ahí se encuentra la sala de recientes adquisiciones.  La muestra inicia con una obra del maestro Ismael Guardado que por su complejidad resulta difícil de describir.

Zacatecas está presente ahí, a través de cuatro de sus más connotados artistas, rindiendo un justo tributo al protagonista de la inmortal obra de Cervantes, que seguirá cabalgando por toda la eternidad a través de libros y otros recursos mediáticos. Sin embargo, la inmortalidad no está asegurada con el soporte de la obra en un medio sino en la iniciativa, de los lectores de hoy y de siempre, para acompañar y disfrutar de las aventuras del Caballero de la Triste Figura. ¿Usted apreciado lector, ya la leyó? Si ya lo hizo puede recomendarla, incluso volver a leerla porque en cada ocasión se descubren nuevas cosas.

*Cronista de Zacatecas.




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