Latinoamérica respira

José Napoleón García
José Napoleón García

El jueves en la 28 sesión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), un total de 187 países se manifestaron a favor de la necesidad de acabar con el boqueo impuesto por Estados Unidos a la isla cubana. Latinoamérica es una tierra bendecida por las riquezas naturales, petróleo, minerales, praderas … Leer más

El jueves en la 28 sesión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), un total de 187 países se manifestaron a favor de la necesidad de acabar con el boqueo impuesto por Estados Unidos a la isla cubana.

Latinoamérica es una tierra bendecida por las riquezas naturales, petróleo, minerales, praderas y selvas, desde el Río Bravo hasta Tierra del Fuego.

Se sabe que Latinoamérica ha sido tierra sagrada para antiguas civilizaciones nativas, pero desde hace 500 años, Latinoamérica es la tierra de la rapiña, la mina de oro para estafadores y bribones, quienes se han alentado desde Washington.

Hoy habitamos en esta tierra más de 650 millones de personas, en 20 países, donde la gran mayoría vivimos en estados democráticos que favorecen el enriquecimiento de minorías a costa del saqueo de la tierra, a favor de las grandes corporaciones transnacionales.

El común denominador en Latinoamérica es la prosperidad y abundancia para empresas como Mc Donald´s, Shell, Goldcorp, CocaCola, mientras que los productos locales se extinguen, o se malbaratan.

Parece irónico ver que los productores de pan ranchero de la región tienen que apostarse afuera de las tiendas como Walmart o Little Caesars para intentar vender su producto.

Es un libre mercado donde los dos compiten a manera de sus posibilidades, pero ¿poner a competir a un león con pequeños cachorros? Tendríamos que proteger al que lleva la desventaja, ¿o es que debe imperar la ley de la selva? la cual, curiosamente, favorece a transnacionales extranjeras.

Es cierto, no podemos ser ajenos a la globalización, ni sería saludable acotar las libertades del mercado.

Pero ¿por qué marcas extranjeras logran triunfar mientras el producto local perece?




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