Las Morismas de Bracho, tradición que vive

En esta edición de las Morismas de Bracho, se reunieron más de 19 mil personas. Foto: María Gamboa.
En esta edición de las Morismas de Bracho, se reunieron más de 19 mil personas. Foto: María Gamboa.

Con 196 años de tradición, Zacatecas reunió a más de 19 mil 500 participantes para realizar una edición más de las Morismas de Bracho.

ZACATECAS.- Con 196 años de tradición, Zacatecas reunió a más de 19 mil 500 participantes y devotos a San Juan Bautista para realizar una edición más de las Morismas de Bracho.

Movidos por la fe, cristianos y turcos, como se les conoce, desfilaron por las principales calles del Centro Histórico de Zacatecas, donde con la autorización del presidente municipal, Ulises Mejía Haro, concluyó el desfile hasta llegar a Lomas de Bracho, explanada donde se pelean a morir por qué alguna de las dos influencias religiosas predomine; los creyentes de Mahoma y los cristianos.

Como cada año, turistas vienen de otros estados a presenciar la esenificación más grande, que hace alución a las guerras de Lepanto, un hecho histórico que marcó la historia de la Iglesia Católica.

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Los tambores marcan el ritmo entre moros y cristianos.

“Cada año venimos aquí, somos de Aguascalientes y no nos las perdemos”, platicó una hidrocalida de nombre Mariana.

Narró que sin querer un día pasaron el fin de semana en la capital y se realizó esta festividad, se informaron y desde entonces acuden cada año.
Cada estado y nación tienen tradiciones únicas que los hacen destacar del resto, y ésta esenificación es la de Zacatecas, la fe y la cultura popular se hacen uno mismo para darle color, vida y alegría a la tan añorada fiesta.

Las Morismas de Bracho se realizan el último fin de semana del mes de agosto y se dividen en tres escenificaciones de la historia: la Batalla de Lepanto, los Pasajes de la Novela de Caballerías y la Degollación del Santo Patrono, San Juan Bautista.

Las bandas de guerra son una parte que le da color y sonido a esta festividad, las cuales se dividen por batallones; con tambores, cornetas y clarinetes musicalizan los enfrentamientos entre moros y cristianos que los espadachines encabezan.

Desde el jueves 29 de agosto comenzó este evento masivo con el lavatorio de la imagen del Divino Precursor San Juan Bautista y concluyeron la tarde del domingo, cuando el turco Argel Osmán, conocido como El Rey Moro, admite el poder del Dios de los cristianos y finalmente lo decapitan, logrando así la conversión de todos los turcos al catolicismo.

El domingo es un día especial y asisten a la capital batallones de otros municipios, Guadalupe, Calera, Vetagrande, Loreto, Jerez, Fresnillo y Morelos.

 

Las otras caras de las Morismas

Al ser un acontecimiento masivo y aunque haya distintas corporaciones de seguridad salvaguardando la integridad de locales y turistas, es complicado que se le de cobertura total a la explanada y sus alrededores.

El alcohol es algo que se apoderó de esta festividad que inicialmente fuera religiosa, desde antes que concluyera el desfile, para ser exactos entrando a la calle Segunda de Matamoros, rompieron filas y se fueron directamente a tiendas para comprar cerveza, en su mayoría, otros tantos ya cargaron con sus bebidas.

Pasadas las 2 de la tarde, la explanada de Lomas de Bracho se tiñó de tristeza y seriedad, ya que el cuerpo de un cofrade cristiano, que perdió la vida la noche del sábado, desfiló por la plazuela junto con familiares, quienes lo despidieron dentro de una fiesta que por años y en vida, él disfrutó.