Estudia el CGEO y la UAZ la sismicidad de Zacatecas
El Centro de Geociencias (CGEO), del Campus UNAM-Juriquilla, y la Unidad Académica de Ciencias de la Tierra de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), colaboran para monitorear la sismicidad de la región zacatecana mediante la instalación de una mini red sísmica. Los doctores Juan Martín Gómez González de la UNAM y Felipe Escalona Alcazar de … Leer más
El Centro de Geociencias (CGEO), del Campus UNAM-Juriquilla, y la Unidad Académica de Ciencias de la Tierra de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), colaboran para monitorear la sismicidad de la región zacatecana mediante la instalación de una mini red sísmica.
Los doctores Juan Martín Gómez González de la UNAM y Felipe Escalona Alcazar de la UAZ, instalaron 4 sismógrafos alrededor de la ciudad para monitorear la sismicidad natural e inducida.
Esta infraestructura permitirá estudiar el fenómeno sísmico del centro norte del país.
El hecho de que prácticamente en el 97% del territorio mexicano tiemble, hace necesario contar con una red suficientemente densa en esta parte del país, donde la frecuencia y magnitud de los sismos suele ser menor con respecto al sur de México, pero no por ello es menos importante estudiar este tipo de fenómenos.
Hay 250 sismos registrados
El Servicio Sismológico Nacional cuenta en su base de datos con poco más de 250 eventos registrados en el estado a partir de 1991. Recientemente hay ciudadanos que reportan haber sentido algunos movimientos.
Estos antecedentes hacen de nuestro estado un punto interesante de investigación para monitorear y conocer el origen y el impacto de los movimientos sísmicos.
Los sismógrafos se colocaron en las instalaciones del Programa II de la Unidad Académica Preparatoria, en el edificio del PUDI, en la Mina Contracuña, en Vetagrande y en Colinas del Padre.
Los datos se envían en tiempo real al CGEO, desde donde evalúa la calidad de los registros para decidir si es necesario reubicar las estaciones, y de ser necesario se buscaría aumentar el número de sismógrafos.
En un período de tres o cuatro meses de observación (agosto- septiembre), los especialistas analizarán los datos y tratarán de describir el origen y comportamiento espacial de la sismicidad.