El lema de Zacatecas: Labor vincit omnia

El trabajo todo lo vence.
El trabajo todo lo vence.

Una expresión latina que en español significa “el trabajo todo lo vence”.

Hay demasiados vestigios arqueológicos que expresan tenacidad, esfuerzo, coraje, sabiduría y trabajo, de las primigenias sociedades que vivieron en el territorio que hoy conocemos como Estado de Zacatecas. En esta comarca, grupos indígenas fundaron asentamientos, algunos de dimensiones colosales, como son el caso de La Quemada (en Villanueva) y Alta Vista (en Chalchihuites). Estas evidencias del pasado nos hablan de un notable trabajo realizado, no sólo para levantar edificios y construir calzadas, sino para dar sustento a estas sociedades que hoy día son objeto de estudio de los especialistas en la materia.

Cuando los españoles llegaron a estos lares, las cosas cambiaron. Los indígenas estaban acostumbrados a “trabajar” a su modo y a su ritmo, pero los “hombres barbados” recién llegados les impusieron jornadas de trabajo intensivo, además de propinarles malos tratos.

Conforme los españoles fueron “sentando sus reales” en esta región, desarrollaron actividades económicas diversas, entre ellas: la minería, la agricultura, la ganadería y el comercio. Con el trabajo de los esclavos y de las castas, que era el grueso de la incipiente sociedad virreinal, creció la fortuna de no pocos europeos dueños de tierras y minas.

Uno de los trabajos más duros, se realizaba dentro de las minas donde estaban a la orden del día, tanto las enfermedades como los accidentes, esto a causa de las pésimas condiciones en que se realizaban las faenas. ¿Cuánto sudor, vidas, sufrimiento, sacrificio costó arrancarle la riqueza a las vetas? Y fue precisamente esta riqueza la que debió influir en la Corona Española para que se le concedieran a Zacatecas los títulos de Ciudad (en 1585), el de Muy Noble y Leal, así como un Escudo de Armas (en 1588). En el blasón de la ciudad, justamente, aparece la divisa o lema de Zacatecas: “Labor vincit omnia”, una expresión latina que en español significa “el trabajo todo lo vence”.

Es cierto que esta frase aparece en el escudo que el rey Felipe II le otorgó a la Ciudad de Zacatecas en 1588, todo parece indicar que no fue el rey ni nadie de su corte a quien se le ocurrió inscribir ese lema en el blasón zacatecano, sino que la propuesta del escudo fue hecha y enviada desde Zacatecas, para que fuera aprobada por la Corona. Eso significa que el lema no le fue impuesto a esta ciudad por la Metrópoli sino que adoptada por los propios habitantes de la Tierra de la Plata. Una persona experta en el tema de la minería, comenta que uno de los lemas preferidos por los mineros era “todo se puede, nada es imposible”, una frase aliciente que está relacionada con la divisa mencionada.

Pero quien haya sido el autor del escudo de Zacatecas, no inventó la frase que se convertiría en “grito de guerra” o estandarte del pueblo zacatecano, desde finales del siglo XVI. Lo que se convirtió en el lema de una ciudad, pertenece a un fragmento de una obra clásica de la literatura universal. Sí, en los versos 145 y 146, del primer libro de las Geórgicas del poeta latino Publio Virgilio Marón (71-19 a. C.) aparece nuestro lema relacionado con el trabajo, y dice así:

 

Entonces se conoció el duro hierro y se inventó la rechinante sierra, pues los primitivos hombres hendían con cuñas la blanda madera. Entonces, en fin, nacieron los varios oficios: TODO SE VENCIÓ A FUERZA DE UN IMPROBO TRABAJO y de la necesidad que nos obliga a las cosas más duras. Ceres fue la primera que enseñó a los mortales a labrar la tierra con hierro, cuando ya en las segadas selvas faltaban las bellotas y los madroños, y Dodoma les negaba el sustento. Luego se aumentó el trabajo necesario para obtener granos (…).

 

El hermoso fragmento del inmortal Virgilio, rinde homenaje al trabajo y a los trabajadores, y sintetiza toda una serie de trabajos que han realizado nuestros antepasados, y la presente generación, para sacarle a la tierra el sustento con el sudor de su frente. Aunque algunos lo han hecho a expensas de los demás, y lo siguen haciendo sin rubor alguno, y mientras otros tienen que migrar y sufrir para vivir.

 

*Cronista de Zacatecas.




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