Don Herlindo presume con orgulloso sus 32 años de sepulturero

Ha sido sepulturero por más de tres décadas.
Ha sido sepulturero por más de tres décadas.

En ocasiones le toca sepultar a más de una persona, por lo que se prolonga su hora de trabajo, ya que se retira hasta que se despiden los familiares de los difuntos.

FRESNILLO.- En estas fechas de recordar a los que ya no están con nosotros, don J. Herlindo Flores Valadez recuerda su historia como sepulturero, oficio que empezó a ejercer hace más de 32 años en los diversos camposantos del municipio.

Reconoció que es una actividad que al realizarla conlleva algo de tristeza; pero con el paso del tiempo se ha acostumbrado al lugar, pues asegura que a pesar de lo que dice la gente, “no he visto nada raro ni anormal, es un trabajo tranquilo”.

Mientras realiza el deshierbe de maleza en el panteón de la Santa Cruz, explicó que inició hace más de tres décadas cuando le ayudaba a don Rafael Alvarado por su cuenta.

Sin embargo, fue hasta hace 16 años que entró a la nómina del municipio y que a lo largo de los años ha trabajado en los tres panteones desde el Santa Teresa, la Resurrección y en el Santa Cruz, actualmente.

En el tercer camposanto explicó que trabaja desde excavar una fosa, quitar la maleza, sepultar cuerpos y hasta dar mantenimiento a las diversas áreas del panteón.

Debido a que el número de cuerpos que descansan en el lugar donde trabaja don Herlindo llegó a su límite, el trabajo ha disminuido.

Dijo que el día de Muertos, hay mucho que hacer, por lo que se esmera para que el camposanto luzca en buenas condiciones para quienes visitarán a sus difuntos.

Momentos que marcan la vida

Detalló que en algunas ocasiones le ha tocado enterrar a sus parientes, acción que le ha costado mucho, pues fue doloroso; sin embargo, lo vio como parte de su trabajo y lo ve de manera positiva, pues él los ayudó a irse en paz.

Don Herlindo por lo regular inicia su trabajo desde las 8 de la mañana y finaliza a las 3 de la tarde.

El fresnillense toma con calma y optimismo su trabajo, pues considera que ayuda a descansar a los muertos y acompaña a aquellos que sus familiares los han olvidado, lo que le parece lo más triste de su trabajo.




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