Conozca la antigua fábrica de hilados y tejidos

Fábrica de hilados y textiles La Zacatecana. | Fotos: Carlos Montoya.
Fábrica de hilados y textiles La Zacatecana. | Fotos: Carlos Montoya.

En la fábrica se encargaban desde lavar la lana, tejerla y mafaturarla.

GUADALUPE.- No solo el museo de arte virreinal, el Convento Franciscano, la capilla de Nápoles o el Camino Real de Tierra Adentro son parte del patrimonio histórico del municipio sino que la historia también corre por sus comunidades.

Para muestra, hay un lugar que actualmente está olvidado en La Zacatecana y que a decir de los vecinos de esta población así fue quedando por disputas entre particulares con los ejidatarios.

Nos referimos a la antigua fábrica de hilados y tejidos que también llevaba el nombre de La Zacatecana.

Historia de la fábrica de hilados

Este lugar fue fundado en 1845 por su propietario Antonio García Salinas, hermano de Francisco, el “Tata, Pachito”, gobernador del estado entre 1828 y 1834.

La apertura de la fábrica fue parte de la primera ola de industrialización del país, que se da a la par de la Revolución Industrial donde se trabaja ya con máquinas a vapor que representaban la modernización del ramo textil y de otras actividades en México.

En la entrada principal sobre la actual calle De La Cruz, de los que fue esta importante fábrica construida en las inmediaciones de la Hacienda de Trancoso, en un arco de cantera, aún pueden observarse los orificios donde había letras de hierro incrustadas con el nombre de la fábrica cuyo terreno abarca una manzana completa.

El historiador y periodista zacatecano Elías Amador (1848-1917), en una de sus obras que llevaba por título Noticia Estadística de Zacatecas, menciona que el lugar llegó a emplear hasta 137 trabajadores.

Ellos se encargaban desde lavar la lana, tejerla y mafaturarla para cubrir la demanda local y regional; en el lugar se fabricaban mantas, frazadas, jergas, tapices, cobijas, alfombras y sarapes.

La ubicación de este centro textil fue estratégica, puesto que al estar a unos metros de la laguna del Pedernalillo, el sitio contaba con el agua suficiente que le permitiera operar las máquinas a vapor.

Cerró sus puertas

La fábrica se mantuvo vigente durante todo el Porfiriato hasta que finalmente cerró sus puestas en 1914 cuando era administrada por José León García, nieto del primer propietario Antonio García Salinas.

En la actualidad pueden observarse vestigios de lo que fue la fábrica de hilados y textiles La Zacatecana, con sus gruesas paredes de adobe y viejas construcciones donde estaban las máquinas de vapor y las diferentes áreas de trabajo de los empleados.

Nunca ha habido un intento por rescatar este espacio histórico ya que pertenece a los ejidatarios según los propios vecinos, quienes agregaron que, después de ser una fábrica textilera, se convirtió en otra de mármoles y canteras aunque de esto no hay mucha documentación.

Los mismos pobladores indicaron que también pasó a posesión de un sacerdote influyente de principios del siglo XX quien posteriormente la cedió a particulares.

Mencionan que había elegantes techos de madera traída de España que acabaron en casas de lo que hoy es la colonia Bernárdez así como otros enseres que la conformaban aunque de ello no hay documentos que lo comprueben.