Con nostalgia, zacatecanos atestiguan cambios en Alameda

Tras dos años en que el proyecto de intervención en la Alameda Trinidad García de la Cadena de la capital sufriera diversas modificaciones, finalmente las máquinas y obreros de la empresa Catedral comenzaron a fracturar el suelo por el que cientos de zacatecanos han corrido, paseado, se han enamorado y vivido momentos en familia. Tal … Leer más

Tras dos años en que el proyecto de intervención en la Alameda Trinidad García de la Cadena de la capital sufriera diversas modificaciones, finalmente las máquinas y obreros de la empresa Catedral comenzaron a fracturar el suelo por el que cientos de zacatecanos han corrido, paseado, se han enamorado y vivido momentos en familia.

Tal y como lo anunciaron autoridades estatales, desde temprana hora de este lunes las patrullas de la Dirección de Transporte, Tránsito y Vialidad (DTTV) desalojaron el lugar y cerraron el paso vehicular.

Sin embargo, la postal que suele ser este lugar a primeras horas del día no dejó de verse a través de los portales y barandales que dan a la avenida Torreón.

Es decir, no dejaron de fluir personas realizando ejercicio, paseando a sus mascotas ni doctores, enfermeras y personal del Hospital General del IMSS.

Y es que la empresa encargada del proyecto, en su primer día de trabajo, permitió el libre tránsito de peatones.

No se bloqueó ningún acceso y aquellos que habitualmente inician su día recorriendo las empedradas calles de este pulmón del Centro Histórico lo hicieron sin problemas.

Se llegó la hora
Los trabajos arrancaron pasadas las 8 de la mañana, cuando comenzaron a bajar paneles de madera y los obreros iniciaron a perforar la plaza que alberga la escultura de Francisco García Salinas, quien animara la construcción de este lugar.

Aunque la imagen de la alameda pareció no cambiar, bastaba con verla de frente, en su acceso principal, para darse cuenta de que no volverá a ser igual.

Este lugar, que conserva el ambiente de un Zacatecas de antaño, dejará su filtro sepia para sumar una intervención más en su historia y darle un nuevo color, permaneciendo sus fuentes colocadas en 1835 y su quiosco central, que data de 1915.

Quienes viven a sus alrededores o que acostumbran transitarla en fines de semana deberán conservar en su memoria la ubicación del busto de Beatriz González Ortega o el famoso árbol de los chicles, ya que el primero será reubicado y el segundo desaparerá.

Así, comienza el inició de una nueva etapa para la alameda, que tendrá un nuevo Yy moderno rostro.

Imagen Zacatecas – César Orta