Evo y el INE

Alejandro Enríquez Suárez del Real
Alejandro Enríquez Suárez del Real

A la 4T, al parecer le interesan mucho las democracias; claro, siempre y cuando sean en países que impulsan políticas de reelección y sean presidencialistas. Sin entrar en mucho detalle de lo que sucede en países de nuestro propio continente, no es comparable lo sucedido en Chile, con lo de Bolivia, puesto que no se … Leer más

A la 4T, al parecer le interesan mucho las democracias; claro, siempre y cuando sean en países que impulsan políticas de reelección y sean presidencialistas.

Sin entrar en mucho detalle de lo que sucede en países de nuestro propio continente, no es comparable lo sucedido en Chile, con lo de Bolivia, puesto que no se cuestiona y se pugna por lo mismo.

En Chile se manifestó el pueblo o la sociedad, sobre decisiones que consideran erróneas de sus gobernantes elegidos democráticamente, pero sin cuestionar su legitimidad o forma de elección. Caso mucho más delicado, lo que está sucediendo en Bolivia, que es la representación democrática la que se cuestiona, por ende, el problema es más de fondo y sistemático.

Lo anterior nos debe servir solamente para ponernos a trabajar en el fortalecimiento de nuestras instituciones, que garantizan que las decisiones fundamentales y que determinan la forma y procesos de elección de nuestros gobernantes, sean instituciones más fuertes, sólidas y no se atente contra ellas.

En la semana pasada el grupo parlamentario de Morena, que son los que encabezan la disque 4T (que más que transformación parece destrucción), presentó una propuesta de reforma al Instituto Nacional Electoral, en la que más que un fortalecimiento, se advierte un debilitamiento, e incluso un apoderamiento de dicho instituto (como pasó con la CNDH), que en lugar de impulsar ciudadanos que tengan una probada calidad moral e independencia al actual gobierno, buscan impulsar alfiles y perfiles que sigan instrucciones sin cuestionar, lo que no garantiza independencia, sino una sumisión al poder del presidente.

Fortalecer y defender a los organismos autónomos y en especial al garante de las decisiones democráticas, deberá ser imperante y un momento decisivo en el país; ver cómo respaldan las medidas antidemocráticas en Bolivia, Venezuela y Cuba, es preocupante y más, con la propuesta de reforma impulsada por la 4T, con la que se deduce que llevan prisa por apoderarse de las instituciones que garantizan la democracia en el país.

No creo que sea con buenas intenciones; cuestionar ahora la autonomía del INE, es cuestionar el triunfo del presidente y su legitimidad. Fortalecer la democracia es de demócratas, atentar contra ella, es cosa de la 4T.




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