Actitud competitiva

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

Estudios que miden la inflación estado por estado reportan la de Zacatecas como la más elevada.

No es consuelo saber que la inflación contemporánea se generó en el exterior como efecto combinado de la secuela económica de la pandemia y la guerra económica contra Rusia que se convirtió en guerra económica contra el mundo.

Los gobiernos de cada país, de cada estado, de cada municipio, deben responsabilizarse de  conducir a sus gobernados durante el difícil trance que puede desembocar en recesión al seguir acostumbrada ruta anti- inflacionaria de elevar las tasas de interés en perjuicio de los países endeudados y en desaliento a los proyectos de inversión.

Estudios que miden la inflación estado por estado reportan la de Zacatecas como la más elevada, lo que se explica considerando determinantes estructurales y desempeño de la conducción institucional.

No advertimos esfuerzo oficial contra la especulación en los precios de los productos de primera necesidad que agravan las penurias de la población en la medida que el vacío de autoridad lo permite. Atenerse a que el Gobierno federal (Profeco) se encargue de la contención de alzas es dejar un vacío que solo beneficia a los inescrupulosos.

Los gobiernos del estado municipios se han tardado en implementar un plan de colaboración con la Profeco para vigilar que nadie se pase de la raya, aportando personal que no deje territorio por cubrir, a la Profeco le falta personal y en contraste existe en distintas instancias burocráticas con personal ocioso o con duplicidad de funciones acumulado por tantos años de irresponsable política laboral.

La capacidad de reaccionar ante situaciones nuevas es esencial para gobernar con efectividad. El sentido de anticipación se nutre de la asesoría, los gobernantes que premian incondicionalidades en vez de apoyarse en las aptitudes son débiles e ineficientes a la hora de enfrentar situaciones complejas viejas o nuevas. Un gobernante es del tamaño de los que se rodea.

Sin dar el estirón

En 1998, por primera vez tuvimos gobernador de un partido distinto al del Presidente de la República. La clase gobernante local, por primera vez desarrolló enfoque diferenciado respecto al gobierno federal, lo que con el paso del tiempo y sin que nadie lo planeara degeneró en la conformación de una clase política adolescente en cuánto evasora de su propia responsabilidad, que culpa al gobierno federal de todo lo que no resuelve al mismo tiempo que es incapaz de gestionar con efectividad lo que es su esfera de responsabilidad.

Nuestra ubicación como el estado con más impacto inflacionario es efecto de la falta de iniciativa de nuestra clase gobernante para asumirse al frente de la nueva situación propiciando hasta donde sea posible la disminución de eslabones de intermediarios, la conciencia de la importancia  del consumo local, el fortalecimiento de auxilio crediticio, la simplificación de trámites para nuevos negocios la atención permanente a  sectores productivos (que saben más que los políticos lo que resuelve, lo que ayuda y lo que estorba en su actividad específica).

En charla reciente con dos prestigiadas periodistas, salió a relucir que los medios de comunicación permanecen atentos a lo que le conviene al político y casi ajenos a lo que favorece o desfavorece a los gobernados, lo que nos lleva a la situación de que a la gente le informan lo que no es de su real interés y nada le dicen de lo que realmente repercute en su modo de vivir, por eso los estragos de la espiral inflacionaria no tienen la visibilidad que obligue a los  gobernantes a ocuparse y a sumarse a la búsqueda de respuestas emergentes.

Desde la responsabilidad municipal se puede alentar a los vecinos para organizar el traslado de los niños en turnos diarios, semanales o quincenales o a los empleados públicos residentes del mismo rumbo con mismo destino escolar o laboral, como fórmula de ahorro de combustible.

También desde la autoridad es posible alentar la aparición de informales cooperativas de consumo en barrios y comunidades para compras mayoristas de productos en aras de mejores precios.

La situación económica en Zacatecas es muy complicada para muchos, crece la precarización del empleo y sin las remesas de la parentela migrante y sin los programas sociales la situación fuera mucho peor.

Los presupuestos públicos se ejercen como siempre, sin priorizar las compras y contratos a proveedores locales, igual que las empresas foráneas que también desdeñan la proveeduría local.

Atraso

La precaria cultura de la clase ´política no sabe “pensar en lo global y actuar en lo local”.

Los partidos políticos no generan pensamiento para lo local, los alineamientos en torno a posturas son en la lógica del golpeteo.

La constancia de los núcleos ciudadanos que reclaman atención a sus problemas y combate real, no teatral a la impunidad de los que se apropian de recursos públicos hará la diferencia.

Nos encontramos el jueves el Recreo

@luismedinalizalde | [email protected]




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