Estrés y ansiedad, ¿Cuáles son las diferencias?

Foto: Pixabay.
Foto: Pixabay.

Cuando se está al pendiente de la familia, la escuela o el trabajo, se presentan síntomas que se pasan por alto o se confunden.

Alguno síntomas del estrés también pertenecen a los de la ansiedad, y son padecimientos diferentes.

Ambas afecciones se caracterizan por un nerviosismo pero las razones que lo provocan son totalmente opuestas y las dos son peligrosas para la salud.

La salud mental es tan importante como cuidar el resto del cuerpo, las afecciones más comunes pueden traer otros problemas que afectan las actividades diarias.

Cuando se está al pendiente de la familia, la escuela o el trabajo, se presentan síntomas que se pasan por alto o se confunden, en ocasiones creemos que solo es estrés.

¿Qué es el estrés y cómo identificarlo?

Una de las formas más efectivas para identificar el estrés es verlo como un ‘sentimiento de tensión física o emocional’, según el sitio especializado Medline Plus.

Además es una reacción con la que el cuerpo responde a un desafío o petición, es decir, a un ‘factor estresante’.

Es por ello que se le relaciona con situaciones o momentos específicos en los que los pensamientos hacen sentir a las personas frustradas, enojadas o nerviosas.

No se debe confundir con la ansiedad, ya que los sentimientos que el estrés ocasiona no continúan cuando el ‘factor estresante’ deja de estar presente.

Por otro lado, esta afección se considera como una respuesta normal del cuerpo para responder al peligro, miedo o alguna preocupación.

A pesar de ello, se divide en dos ramas el agudo y el crónico; el primero de ellos es a corto plazo y desaparece rápidamente; mientras que el segundo, puede extenderse por semanas o meses, siendo así, los pacientes se pueden acostumbrar a él.

El estrés crónico se relaciona con otros problemas como la presión arterial alta, diabetes, obesidad, acné y alteraciones menstruales.

Asimismo, cuando se prolonga por tanto tiempo, existe mayor riesgo de desarrollar depresión o ansiedad.

¿Cómo sé si tengo ansiedad y en realidad no estoy estresado?

El estrés y la ansiedad están ligados, pero no son lo mismo y las claves para diferenciarlas es que en la ansiedad; las personas se enfrentan a un sentimiento de miedo, temor e inquietud que no sólo se queda en eso, sino que también se puede llegar a manifestar físicamente con sudoraciones, tensión, palpitaciones e inquietud.

Según los expertos, “la ansiedad puede ayudar a enfrentar una situación, además de darle un impulso de energía o ayudarle a concentrarse”

A diferencia del estrés, no se trata de algo momentáneo, ya que quienes reciben este diagnóstico pueden llegar a sentirse abrumados por los sentimientos que se desencadenan e incluso pueden empeorar con el paso del tiempo.

De hecho, este trastorno también puede afectar las actividades diarias de una persona al grado en el que dejan de tener la concentración necesaria y su desempeño es bajo en cosas que antes realizaban sin mayor complicación.

Cabe destacar que existen tres tipos de ansiedad, en la que destaca un trastorno generalizado, un trastorno de pánico y las fobias, y cada tipo tiene síntomas diferentes, aunque las claves para descartar el estrés son:

  • Identificar pensamientos o creencias ansiosos difíciles de controlar
  • Imaginar acontecimientos futuros
  • Sobrepensar
  • Síntomas físicos, como latidos cardíacos fuertes o rápidos, dolores y molestias inexplicables, mareos y falta de aire
  • Cambios en el comportamiento, como evitar las actividades cotidianas que solía hacer como asistir a lugares o eventos
  • Querer que todo salga como se planeó y sin sorpresas
  • Que no haya un factor estresante
  • Problemas para descansar

Todos los síntomas anteriores y otros más, requieren de un seguimiento médico especializado que se puede llevar con psicoterapia cognitiva conductual o con medicamentos como antidepresivos, pero siempre recetados por un profesional de la salud.




Más noticias


Contenido Patrocinado