Doña Mari, una mujer que predica con su trabajo

Fotos: Carlos Montoya.
Fotos: Carlos Montoya.

María del Refugio Hernández Esquivel es una mujer que trabaja vendiendo jugos naturales y naranjas para poder sacar adelante a sus tres hijos.

GUADALUPE.- Desde hace unos cuatro meses, una mujer muy trabajadora, llamada, María del Refugio Hernández Esquivel, se gana la vida de forma muy honesta, vendiendo naranjas y jugos naturales.

Se nos viene el día de la mujer que conmemora la lucha de mujeres trabajadoras, pero no nomás hay que recordar a las que trabajan los días 8 de marzo, pues doña María es un buen ejemplo.

Si usted también va de trabajo la verá desde muy tempranito sobre la avenida Barones, enfrentito de la Universidad Pedagógica Nacional ofreciéndole a las personas una alternativa saludable para empezar el día con energía.

María del Refugio Hernández es una mujer muy trabajador que cría a sus hijos sola.

Según nos dice, doña María, su principal motivo pa’ salir a trabajar son sus hijos Blanca Lizeth de 21 años, Juan Felipe de 17 y la pequeña Karol Guadalupe quien tiene 10 primaveras.

Por sus niños es que ella siempre a darlo todo, porque para ella lo más importante es que nunca les falte nada. A sus 40 años, doña Mari, ha tenido que sobreponerse a las circunstancias de la vida.

Porque es mamá soltera, y sin una pareja que la esté apoyando a criar a sus hijos, es que siendo padre y madre a la vez, Mari saca adelante a su familia.

Desde hace unos meses vende naranjas y jugos.

Una orgullosa madre trabajadora

Sin dudas la ha tenido complicado por su condición, pero Mari siempre sale todos los días de casa con ganas de superarse, ahí está que, durante algunos años, trabajó como empleada doméstica.

En ese tiempo, desempeñó ese oficio con mucho orgullo y dedicación, pues, con ese trabajo trató de darles el mejor ejemplo a sus tres hijos, para que se inspiraran y acabaran siendo personas de bien.

Si quiere ir al trabajo con energía, compre un jugo sano.

Así es como ella busca darles a sus hijos los valores del respeto y el trabajo, que para Mari son grandes pilares en la educación de sus pollitos, quienes ven en su madre una persona trabajadora, dedicada y comprometida.

Preguntándole sobre qué siente de ser una mujer trabajadora ella dice que es algo que la hace sentir importante y orgullosa:

Para mí, ser mujer es un orgullo, es una gran responsabilidad y así sola he sacado adelante a mis hijos; ellos son mi motor para seguir adelante.”

Mari es un ejemplo de lo que es una madre soltera, trabajadora y que se supera.

Una mujer que es un ejemplo

Agregó que, “como mujeres debemos poner el mejor de los ejemplos a nuestros hijos, para que sean personas de bien y con valores” Porque la lucha se da desde muchos frentes y desde la casa se empieza.

Sobre su trabajo de ahora, Mari dijo que disfruta de su trabajo, le gusta convivir con las personas que llegan por una bolsa de naranjas y con sus mismos compañeros.

Durante algunos años trabajó como empleada doméstica.

Ella trabaja de lunes a sábado de las siete de la mañana hasta las tres de la tarde; el resto del día se lo dedica al cuidado de su hija Karol.

Ella dice que está orgullosa de ser mujer y que enseñarle a sus hijos es una forma de lucha.



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