El falso desencanto

José Narro Céspedes, senador por Morena.
José Narro Céspedes, senador por Morena.

Esta semana, los legisladores de Morena concretamos la extinción de 109 fideicomisos, una de las muchas solicitudes del Presidente Andrés Manuel López Obrador que buscan acabar con la corrupción en México. Intentaron, por distintos medios, frenar la votación de dicha iniciativa, desde la oposición y desde algunas voces de la ciudadanía, y lo que vemos … Leer más

Esta semana, los legisladores de Morena concretamos la extinción de 109 fideicomisos, una de las muchas solicitudes del Presidente Andrés Manuel López Obrador que buscan acabar con la corrupción en México.

Intentaron, por distintos medios, frenar la votación de dicha iniciativa, desde la oposición y desde algunas voces de la ciudadanía, y lo que vemos detrás de eso es una nube de desinformación que se ha creado alrededor de ésta y de muchas otras de las propuestas y decisiones del Presidente.

Sabemos que hay reticencias, que hay incomodidad por la forma en la que trabajamos, que se pisan callos, como se dice coloquialmente.

En lo personal, llevamos toda la vida trabajando desde ese lado incómodo: el lado que defiende al indígena, al campesino, al pequeño productor, a la madre soltera, a los niños; el lado que es incómodo porque le está dando voz a las personas que, creen erróneamente algunos, no deberían de hablar.

Éste es el primer gobierno de México, probablemente desde Lázaro Cárdenas, que está realmente interesado en los grupos vulnerables, que está trabajando para generar proyectos y apoyos que beneficien directamente a los que menos tienen, y que está apostando, sin duda, por el crecimiento de México, aunque desde una óptica distinta.

Son muchos los intereses, particularmente económicos y políticos, de quienes no quieren que la Cuarta Transformación avance. Se le están quitando privilegios a unos pocos para garantizarle derechos a la mayoría. Se está evitando que unos se enriquezcan mediante la corrupción, el engaño, la mentira, para permitir que la mayoría que vive en pobreza y vulnerabilidad pueda ver sus necesidades básicas cubiertas.

Tenemos la loca idea del bienestar para todos, no a costa de casi todos. Pero esa idea, que creemos además totalmente factible, no saca de la ecuación a los que más tienen, ni a los que son capaces de generar desarrollo y crecimiento para el país.

Necesitamos de los empresarios, de los inversionistas, tanto como necesitamos de los campesinos, pescadores, ganaderos, estudiantes, científicos, creadores, comerciantes…

Lo que no necesitamos (trabajamos día y noche para desterrarla) es la corrupción.  Y, repito, muchos de los esfuerzos de este gobierno han ido en ese sentido: identificar, erradicar y castigar la corrupción. Por eso el juicio a expresidentes, por eso los Siervos de la Nación y, sí, también por eso la extinción de los fideicomisos.

Ningún sector quedará desamparado, mucho menos los más vulnerables. Seguiremos enfrentando la desinformación con trabajo y mejor comunicación, para que el falso desencanto que manifiestan los opositores se convierta en apertura al diálogo y la búsqueda conjunta de respuestas.




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