¿Salud? 

La opinión pública identifica los perjuicios en la salud individual producidos por el tabaco, pero no los derivados de la ingesta desmedida de alcohol. En México, alrededor de 14 mil personas mueren prematuramente cada año como consecuencia del abuso del alcohol o de los trastornos nutricionales que le son derivados. La mayoría de las muertes … Leer más

La opinión pública identifica los perjuicios en la salud individual producidos por el tabaco, pero no los derivados de la ingesta desmedida de alcohol. En México, alrededor de 14 mil personas mueren prematuramente cada año como consecuencia del abuso del alcohol o de los trastornos nutricionales que le son derivados.

La mayoría de las muertes prematuras derivadas del abuso del alcohol suceden entre individuos de 15 a 65 años, principalmente a consecuencia de cirrosis del hígado, en un tercio, por accidentes y traumatismos y una quinta parte por cáncer asociado al alcoholismo.

En México, el alcohol está asociado al 51% de todas las lesiones y en el 78% de las que dejan incapacidad permanente.

El consumo de alcohol en los países del continente americano es superior al del resto del mundo, pero el gasto per cápita de los bebedores mexicanos es el más alto de la región. La incidencia de personas que sufren adicción al alcohol se duplicó entre los varones, pero se triplicó entre las mujeres de nuestro país entre 2002 y 2012.

Si se toma en cuenta que alrededor de la mitad de los hombres y el 80% de las mujeres en México declaran que no beben, se infiere que una buena proporción de quienes dicen que ingieren bebidas alcohólicas tiene índices de abuso.

El alcohol es carcinogénico, teratogénico y tóxico para diversos órganos en los humanos. Los bebedores mexicanos en promedio adquieren dosis de carcinógenos procedentes de bebidas embriagantes 600 veces más altas que los límites recomendados y el índice de malformaciones congénitas en nuestro país está decididamente influido por el mismo factor.

El alcohol está asociado con neoplasias del hígado, pero también con cánceres de la cabeza y cuello, cáncer de esófago y de mama y aumenta modestamente el peligro de neoplasias de colon, y éstos riesgos se incrementan entre quienes fuman y beben.

El factor que más decididamente influye en el aumento del consumo es la exposición a edad temprana. La exposición de los jóvenes de 13 a 16 años de edad a publicidad de marcas de bebidas alcohólicas durante espectáculos deportivos incrementa significativamente la posibilidad de ingesta abusiva de bebidas embriagantes dentro de los siguientes 18 meses e investigaciones hechas en diversos países, México incluido, señalan que cada vez con más frecuencia los jóvenes salen legalmente ebrios de sus casas cuando se dirigen a actividades sociales, favorecidos por la disponibilidad de marcas baratas puestas a la venta en supermercados.

Los países con políticas restrictivas sobre el alcohol generalmente tienen menores índices de consumo.

Regular la disponibilidad física y el precio de las bebidas alcohólicas es particularmente efectivo en el afán de reducir el daño a la salud hecho por el abuso de alcohol, y esas medidas deberán ser más restrictivas, como se ha hecho con el tabaco, en el momento del análisis de la nueva ley de salud que se discutirá en el Congreso de la Unión en las siguientes semanas.

Médico

Imagen Zacatecas – Antonio Sánchez González




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