Receso escolar

Víctor Manuel Silva Galaviz.
Víctor Manuel Silva Galaviz.

Según el acuerdo número 02/03/20 de la Secretaría de Educación Pública (SEP) difundido en el Diario Oficial de la Federación (DOF), se suspenderían clases del 20 de marzo al 20 de abril, mas el pasado lunes 30 de marzo se amplió la fecha de suspensión de clases presenciales hasta el 30 de abril. El secretario … Leer más

Según el acuerdo número 02/03/20 de la Secretaría de Educación Pública (SEP) difundido en el Diario Oficial de la Federación (DOF), se suspenderían clases del 20 de marzo al 20 de abril, mas el pasado lunes 30 de marzo se amplió la fecha de suspensión de clases presenciales hasta el 30 de abril.

El secretario de Educación sigue llamándolo “receso escolar” en su intención de recuperar días en las vacaciones de verano y así no dar por perdido el ciclo escolar, pero los mensajes de las autoridades no nos cuadran, ya que el subsecretario de Salud sigue manteniendo que en junio se registrarán los contagios masivos y la situación más crítica de la pandemia.

En educación no hay mensajes claros, mucho menos contundentes, ya que hay que recordar que el acuerdo mencionado solo ha sido acatado por 20 estados; los demás suspendieron clases de manera directa y sin cuestionar u organizarse con las autoridades educativas locales.

Recuerdo que también estaba convocado personal docente y administrativo a continuar presentándose a las escuelas sin saber a ciencia cierta para qué.

Esto se analizaría en el Consejo Extraordinario del 23 de marzo, mismo día en que el secretario de Educación envió un mensaje y las guías para este consejo, el cual no se dio, además de que tampoco se presentaron los docentes y demás compañeros a las instalaciones escolares.

El lunes se dijo de manera clara que cada estado y región retomará la vida cotidiana de manera individual, con base en la expansión y gravedad de contagios.

Algo de lo que no han hablado las autoridades educativas es de los problemas de infraestructura como la falta de agua potable, o el mismo sobrepoblamiento de aulas, que aunado a otras condiciones organizativas y culturales de los planteles educativos pudieran hacer estos lugares propicios para la propagación del virus; aun cuando se realicen filtros de ingreso, no se tiene la garantía mínima de la suficiencia de agua, jabón y servicios sanitarios idóneos en muchas de las escuelas, por lo que el reto de regreso a clases es de orden sanitario, pero también en cuanto a la capacidad de las autoridades federales educativas de organizarse y que las estatales acaten instrucciones, así como dejar de dar señales equivocadas, confusas y hasta encontradas, que al final, no se atienden.

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