Premio a la esperanza

Zacatecas no es solamente referente nacional de tragedias y desgracias, nuestra entidad también desborda talento sobresaliente que nos permite albergar esperanzas para el futuro. Así lo demostró Elías Manzo, precoz genio musical que hace unos días se hizo acreedor al Premio Nacional de la Juventud, con tan sólo 13 años, este pequeño de origen zacatecano … Leer más

Zacatecas no es solamente referente nacional de tragedias y desgracias, nuestra entidad también desborda talento sobresaliente que nos permite albergar esperanzas para el futuro.

Así lo demostró Elías Manzo, precoz genio musical que hace unos días se hizo acreedor al Premio Nacional de la Juventud, con tan sólo 13 años, este pequeño de origen zacatecano nos ha dado una gran lección que todos debemos tomar y replicar hacia el interior de nuestros hogares.

Si en casa se privilegian los hábitos de la disciplina, la dedicación o el trabajo arduo, y se inculcan valores como el amor, la fraternidad y la cooperación, el resultado no puede diferir mucho de lo que ha demostrado Elías; un chico apasionado, determinado, honesto y feliz.

En estos tiempos en los cuales vemos una descomposición social tan alarmante, donde muchos de los delincuentes no llegan a la mayoría de edad, el ejemplo de la familia Manzo Hernández representa sin lugar a dudas un modelo digno de emularse.

Señalar y culpar al gobierno por sus omisiones, por su corrupción o por su ineptitud está bien, hay que poner el dedo en la llaga y exigir a nuestras autoridades que respondan ante la sociedad, pero también es un deber importante señalar las fallas en el seno familiar, identificarlas y erradicarlas. 

Colocar al centro de nuestras prioridades la formación de las próximas generaciones, no se trata nada más de proporcionar techo y sustento, hay que ir más allá; hay que brindar cariño, compañía, sensibilidad y civilidad. 

Hay que compartir y convivir, también hay que hablar y saber escuchar; hay que saber ser familia.
Estoy convencido de ello y no sólo de dientes para afuera, el primer paso es predicar con el ejemplo y en el caso de su servidor es lo que se hace día a día en casa. 

Es mucho más sencillo criar personas de bien que perseguir y castigar delincuentes, pero la tarea no se hace por sí sola, ya que hay que poner manos a la obra y trabajar por nuestros hijos, a ellos nos debemos y ellos pagan las consecuencias de nuestro actuar o de nuestra indiferencia.

Preparemos entonces ésta sociedad para ellos y hagámosles ciudadanos conscientes y responsables.

Elías es muestra de que se puede lograr, don Antonio y doña Verónica, sus padres, ejemplo para él y para todos nosotros. 

Felicidades y enhorabuena, Elías Manzo Premio Nacional de la Juventud 2017.
*Email (estilo Crédito fin nota)

Imagen Zacatecas – Rafael Flores Mendoza