Límites, normas y rutina

Al corregir a los niños hay que ser firmes y no arrepentirnos, es muy tentador quererlos abrazar al instante y desdecirnos, pero eso lo único que va a hacer es quitarnos autoridad.

Los niños desde que nacen son muy inteligentes y sin querer los podemos malcriar. Como padres tenemos derechos y obligaciones y una obligación, que muchas veces nos cuesta por no querer salir de nuestra zona de confort, es corregirlos poniéndoles límites normas y una rutina de acuerdo a su edad, y muy importante no dejar que sean  irrespetuosos, groseros o  muy egoístas.

Al  corregirlos hay que ser firmes y no arrepentirnos, es muy tentador quererlos abrazar al instante y desdecirnos, pero eso lo único que va a hacer es quitarnos autoridad.

Un niño con autoridad y disciplina desde el principio va a ser un niño responsable y bien educado.

Es mucho más fácil corregir a tiempo, pues luego las consecuencias de no hacerlo es que el niño sea un monstruo malcriado consentido y berrinchudo. No te preocupes, no eres un padre o madre cruel o irresponsable, esta forma de educar con límites, normas y rutina de acuerdo a su edad forma parte de su crecimiento y desarrollo del niño y   poco a poco el niño irá desarrollando una autoestima alta y una personalidad agradable.

Es fundamental ponerse de acuerdo entre los padres y no estarse contradiciendo, pues de lo contrario, el niño se sentirá inseguro y desorientado. Un ejemplo para un niño de alrededor de 3 ó 4 años de límites sería no coger, no morder, no tocar determinadas cosas; de rutina sería la hora de las comidas, el baño, la cama; y de normas seria no salir a la calle sin chamarra, ver la tele, el ipad o el celular sólo media hora, pintar sólo en hojas.

Hay que reflexionar y pensar que todo  lo bueno en la vida cuesta,  y que la educación de tus hijos tiene que estar acompañada con mucha paciencia y amor.  Aunque  al principio  cueste, poco a poco verás que este modo de educar y trabajar con tus hijos, ha merecido la pena y que tus hijos se van convirtiendo en niños responsables, buenos y bien educados.




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Isabel Orendain

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