Lástima The Good Wife; Ambitious Blue; mediocre

No me gusta por rejego Pensaba yo echarlo al carro A charros y caporales A todos los ha tumbado Un Hándicap Presidencial que un caballo se lleva de punta a punta, como está sucediendo en este, resulta muy aburrido. Los caballos mantienen el mismo sitio desde que inició la carrera: Pejevich muy adelante; en segundo … Leer más

No me gusta por rejego
Pensaba yo echarlo al carro
A charros y caporales
A todos los ha tumbado

Un Hándicap Presidencial que un caballo se lleva de punta a punta, como está sucediendo en este, resulta muy aburrido. Los caballos mantienen el mismo sitio desde que inició la carrera: Pejevich muy adelante; en segundo lugar, The Ambitious Blue y atrás, Only Citizen.

La primera emoción fuerte que se vive es la salida de la pista de The Good Wife, esa yegua que fue sacada a coces y mordiscos de la cuadra Albiceleste por el mismísimo The Ambitious Blue.

Cuando The Good Wife salió de esa cuadra y entró a la pista sin fierro alguno se le debilitó el galope, se le doblaron los menudillos, se le acalambraron los encuentros y no volvió a correr jamás como se le vio alguna vez.

Antes, mucho antes de que se iniciara la carrera y cuando The Good Wife parecía ser la yegua que la Albiceleste pondría en la pista, era el único equino de todo el Hipódromo Nacional que hacía tiempos tan buenos o mejores que los de Pejevich.

Pero ya sola en la pista, sin el cobijo, las pasturas y los entrenadores albiceleste, sus tiempos se desplomaron.

The Good Wife nunca volvió a ser la misma, a tal grado que trotaba apenas allá en el fondo de la pista muy cerca de El Bronco

Eso fue lo que decidió que la yegua se retirara. No estaba a la altura y no tenía nada que hacer.

La decisión cimbró al hipódromo porque los pocos apostadores que traía The Good Wife son como oro molido para The Ambitious Blue y para Only Citizen que están en verdad necesitados de más partidarios.

Pero fuera de eso, las cosas se mantienen igual. Todas las mediciones coinciden en que Pejevich va adelante y en que el caballo entusiasma los aficionados como nunca.

Y también coinciden en que Only Citizen tiene nulas posibilidades de hacer algo en este Hándicap.

La única posibilidad de que el final de la carrera se emocionante es que The Ambitious Blue empiece a ganar terreno; que Pejevich se canse y que al final, veamos una final de fotografía.

Pero hasta ahora, esto no parecen más que buenos deseos porque la verdad es que The Ambitious Blue se ve bien a secas; no le vemos al caballo los ímpetus que se necesitan para alcanzar al puntero.

Como dicen algunos conocedores, “ese caballo vence, pero no convence”.

Como que le faltan vitaminas, como que siempre queda a deber y si sigue así, terminará la carrera como un segundo lugar indiscutible, en una carrera como el Hándicap Presidencial cuyas reglas indican que lo único que vale es el caballo que llega primero. Los demás, como si no hubieran corrido. No valen nada ni el segundo ni el tercer lugares.

Pejevich no las tiene todas consigo. Hay una buena parte del Hipódromo Nacional al que el caballo le da miedo y la sensación de que es un peligro para el hipódromo empieza a crecer, alentada desde las tribunas empresariales a cuyos socios Pejevich ha amenazado con coces y mordiscos si gana la carrera.

La verdad es, que otra vez, como sucedió en los dos hándicap anteriores, Pejevich da miedo.

Hasta el próximo viernes.

Imagen Zacatecas – Alejo Garmendia




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