Ignorancia elegida

Juan Carlos Ramos León.
Juan Carlos Ramos León.

El ignorante que se hace es peor que el que nace. El que nace tiene la opción de decidirse a abandonar su ignorancia, pero le queda la atenuante de haber nacido en un entorno desfavorable. Pero el ignorante que se hace simplemente no tiene perdón porque queda claro que ese no quiere abandonar su ignorancia, … Leer más

El ignorante que se hace es peor que el que nace. El que nace tiene la opción de decidirse a abandonar su ignorancia, pero le queda la atenuante de haber nacido en un entorno desfavorable. Pero el ignorante que se hace simplemente no tiene perdón porque queda claro que ese no quiere abandonar su ignorancia, ya sea porque no le conviene o sencillamente porque no le da la gana.

 

La semana pasada tuve el desagrado de ver un noticiero dirigido por Yuriria Sierra quien -con el perdón de usted que lee esto- si bien antes me caía mal hoy la detesto. Y le pido a usted perdón porque yo soy de los que siempre andan pregonando por ahí que hay que ser tolerantes, pero, sin que tenga yo excusa o pretexto, se trata de algo que no puedo evitar.

 

Resulta que esta mujer presentó con orgullo una nota sobre que se cumplían quince años de que la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México aprobó la despenalización del aborto celebrando la realización de cerca de 250,000 “procedimientos” (así los llamó) realizados y, subrayaba como pavorreal el argumento “sin ninguna muerte” mientras la producción colocaba unos números que ocupaban toda la pantalla y el “cero” en “muertes” con un tamaño de letra premeditadamente más grande. Y, digo, es bien fácil anunciar eso cuando se decide ignorar que un aborto es un asesinato, ni más, ni menos, y no existen razones ni argumentos que puedan convencer a ese tipo de ignorantes de lo contrario. Lo malo es que esos ignorantes tienen espacios en televisión y son líderes de opinión así que, lamentablemente, “en el país de los ciegos, el tuerto es rey”.

 

250,000 “procedimientos”. La Ciudad de México, sus autoridades y sus legisladores, han sido cómplices de este magnicidio sistemático desde hace ya quince años y a mi me parece que más que celebrar tenemos mucho que reparar y mucho de qué lamentarnos. Han matado a cerca de 250,000 seres humanos que no tuvieron cómo defenderse, le cambiaron el nombre a esos cobardes asesinatos llamándolos “procedimientos” y lo celebran con bombo y platillo como si se merecieran un aplauso y no estar en la cárcel por elegir ignorarlo. Que Dios los perdone porque yo no puedo.

 

Y es que la agenda de muerte que traen los legisladores, estatales y federales, es tan absurda que de veras parece que esa ignorancia elegida no es obra de la casualidad sino que se trata de un plan diabólico que trae muy obscuras intenciones detrás o ¿Cómo entonces se explica usted que el grotesco asesinato de cientos de miles de inocentes al cobijo de la ley se vuelva algo más importante que otros temas realmente imperativos como la erradicación de la pobreza, la integración de la familia, la seguridad, salud y educación públicas?




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