Ausencia de ciudadanía, origen de atraso

“Cuando el gato no está en casa los ratones se pasean” dice un dicho popular da cabal aplicación en el ejercicio  del poder, la presencia de un gobernante, es de suyo, un factor de orden, de gobernabilidad, por eso la historia es rica en ejemplos en los cuales los quebrantos de salud de un gobernante … Leer más

“Cuando el gato no está en casa los ratones se pasean” dice un dicho popular da cabal aplicación en el ejercicio  del poder, la presencia de un gobernante, es de suyo, un factor de orden, de gobernabilidad, por eso la historia es rica en ejemplos en los cuales los quebrantos de salud de un gobernante se  viven en  sigilo, así fueron las muchas ocasiones en las que el Presidente Adolfo López Mateos se recluía en sus aposentos postrado por ese dolor intenso en la cabeza que lo inhabilitaba y que determinó que su Secretario de Gobernación, Gustavo Díaz Ordaz, tomara decisiones propias en su nombre, a veces hasta modificándolas, como cuando operó para que en vez  que el ameritado novelista de la Revolución mexicana Mauricio Magdaleno fuera el sucesor en el Gobierno del estado de Panchito E. García, el nombramiento recayera en el Ingeniero José Isabel Rodríguez Elías.  Las enfermedades de los gobernantes se comunican conforme a la dinámica política, no por otra cosa durante un prolongado tiempo se  ocultó a los venezolanos la inminencia de la muerte de Hugo Chávez, para citar otro caso, traigo lo anterior a colación por el padecimiento renal que aqueja al C. Gobernador Alejandro Tello, mismo que se conoció cuando su esposa, la doctora Cristina Rodríguez, pidió en su muro de facebook  oraciones por la salud de su marido, el  tono dramático empleado   generó  especulaciones tremendistas sobre el estado de salud del gobernador, agrandadas  por la negativa a contestar llamadas de reporteros durante largas horas para terminar  enviando un escueto  boletín

El modo tan peculiar de dar a conocer  el hecho y el prolongado vacío informativo es un botón de muestra de la inhabilidad en el mando de quienes están al frente de los destinos del estado  cuando están en curso decisiones de contundente repercusión de índole político electoral como son las nominaciones de candidatos y los cambios que de las mismas se deriven, la designación del fiscal general y otros asuntos de similar envergadura.

Hay que añadir que la inhabilitación fáctica y temporal del gobernante es variable a considerar por el omnipresente crimen organizado que, como los perros la adrenalina,  huele la debilidad del poder en cada porción territorial.

 

Cívicamente amordazados

Una cosa es segura, Zacatecas tiene gobierno débil, oposición débil y sociedad civil débil, circunstancia que de prolongarse en el tiempo nos condena a un deterioro mayor, en ese contexto se inscribe como excepción a la regla  el inusual discurso crítico del dirigente en el estado de la Coparmex, Alejandro Enriquez, que lo mismo externa juicios condenatorias al desempeño del Ejecutivo que demanda transparencia radical en los procesos legislativos de designación de servidores públicos, asumiendo el rol que en tiempo pasado asumió la comunidad universitaria, hoy ensimismada sin más participación en la vida pública que las incursiones mediáticas de unos pocos de sus miembros

Hay que decir que uno de los  lastres  de la clase política local  es  el alineamiento en pandillas sexenales que luchan entre sí, pactan y se traicionan, engordando nóminas con liberalidad e imponiendo a los contribuyentes una muy pesada carga de empleos improductivos, otro pesada carga es la corrupción como arma política empleada desde tiempo atrás pero acentuada con el traslado de la función de administrar la gobernabilidad a la Secretaría de Finanzas que al igual que la Secretaría de Hacienda a nivel federal, es la que opera “colaboraciones” de clientelas políticas, legisladores y lideres partidistas de la” oposición jaladora” y  expresiones gelatinosas  de la “sociedad civil” dónde cabe todo

Los miembros de la iniciativa privada más próspera  (los gerentes del capital foráneo se cuecen aparte)  no ejercen como ciudadanos en pleno goce de sus derechos, si algo no les gusta lo dicen en privado, temen que no les compren, que no les asignen obra, que les retrasen pagos y sobre todo, que les caiga una auditoría, frecuentemente tienen dos preferencias electorales, la pública, que es a favor del partido del gobernador, y la real, que la conocen unos cuántos. Si así se comportan los del dinero, ¿les podemos reprochar a los beneficiarios del DIF, de Sedesol, Secampo  y demás administradores de programas oficiales que no se atrevan a ejercer sus derechos a la luz del día? ¿ a los empleados de ayuntamientos y de los tres poderes? A los humildes trabajadores  bajo el doble yugo del patrón y el líder sindical?

Súbditos no, ciudadanos sí

No obstante, sólo haciendo a un lado los  temores a expresarnos como ciudadanos libres podremos mejorar la calidad del gobierno que tenemos

 Si una circunstancia como la enfermedad del gobernante se maneja con tanto desatino ¿Qué será en situaciones de verdadera emergencia?

Imagen Zacatecas – J. Luis Medina Lizalde